Una española alucina al visitar esta ciudad china: "Hay pantallas 3D de pandas, gente limpiándose las orejas por la calle..."

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Una turista española se ha visto profundamente impresionada durante su visita a Chengdú, un lugar en China donde la tradición y la modernidad se funden de maneras inusuales. "De verdad que nunca había visto una ciudad así", afirma la viajera, refiriéndose a la alta tecnología visible en las pantallas 3D que proyectan imágenes de pandas, junto con costumbres locales en las calles.

La fascinación no termina en las representaciones digitales. La visitante quedó particularmente asombrada por las costumbres tan distintas de la vida cotidiana, incluyendo cómo la población local convierte las casas de té en espacios públicos para cuidados personales poco convencionales. "En casas de té, no en cafeterías ni bares, la gente se sienta en la calle a limpiarse las orejas", explica, describiendo esta práctica como algo completamente integrado en el día a día de los ciudadanos de Chengdú.

Vida urbana en Chengdú

Además, la ciudad rebosa de una energía cultural que desafía cualquier preconcepto. "En los centros comerciales los vendedores llevan megáfonos y en los parques todo el mundo, incluida la gente mayor, hacen directos bailando. Y no bailan Bad Bunny, cbailan danzas tradicionales", relata la española, subrayando la vitalidad que impregna la ciudad.

"Bienvenido a sus fuentes de bambú, a coger un tren bala y en una hora llegar a un Buda de setenta y un metros, o a montañas nevadas y lagos azules"

Los alrededores de Chengdú también ofrecen un escaparate impresionante de la diversidad natural y arquitectónica de China. "Bienvenido a sus fuentes de bambú, a coger un tren bala y en una hora llegar a un Buda de setenta y un metros, o a montañas nevadas y lagos azules", comparte la viajera, destacando la fácil accesibilidad a maravillas que parecen sacadas de un cuento de hadas.

La experiencia en Chengdú es testimonio de cómo la modernidad y la tradición pueden coexistir y enriquecerse mutuamente, ofreciendo a los visitantes una visión de China que va más allá de los clichés. Este destino no solo revela otro lado del país, sino que desafía nuestras concepciones de lo que es ordinario y extraordinario, transformando cada visita en un espectáculo único.