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Ni chia ni avena: cómo consumir semillas para regular el azúcar en sangre de forma natural
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EQUILIBRIO METABÓLICO

Ni chia ni avena: cómo consumir semillas para regular el azúcar en sangre de forma natural

Una alternativa natural, poco conocida y fácil de incorporar en la dieta, podría ayudarte a mantener estables los niveles de azúcar en sangre sin recurrir a soluciones artificiales

Foto: Medición de nivel de azúcar en sangre (iStock)
Medición de nivel de azúcar en sangre (iStock)

Algunas semillas menos conocidas están ganando protagonismo en el ámbito de la nutrición por su capacidad para favorecer el equilibrio de la glucosa en sangre. Frente a opciones populares como la chia o la avena, existen otras alternativas que, además de ser fáciles de incorporar en la alimentación diaria, ofrecen un perfil nutricional igualmente beneficioso. Su alto contenido en fibra, grasas insaturadas y minerales esenciales las convierte en aliadas naturales para quienes buscan cuidar su metabolismo sin recurrir a productos procesados.

Entre las variedades más recomendadas se encuentran las semillas de lino y las semillas de calabaza. Las primeras destacan por su aporte de ácidos grasos omega 3 y fibra soluble, que ayuda a ralentizar la absorción de los azúcares. Las segundas son una fuente rica en magnesio, un mineral fundamental en la regulación de la insulina. Su inclusión en platos habituales como ensaladas, cremas o panes caseros resulta práctica y contribuye a mejorar el perfil glucémico de la dieta, como se recoge en el portal especializado Healthline.

También conviene prestar atención a las semillas de sésamo, cuyo contenido en lignanos y grasas saludables está asociado a un mejor control de los niveles de azúcar tras las comidas. Según datos de la Fundación Europea de Información Alimentaria (Eufic), el consumo frecuente de semillas y frutos secos puede reducir el riesgo de enfermedades metabólicas, además de ofrecer beneficios adicionales para la salud cardiovascular. Su pequeño tamaño contrasta con el amplio efecto que pueden tener sobre el bienestar general.

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Una recomendación habitual de los expertos es triturar las semillas antes de consumirlas, ya que esto mejora la disponibilidad de sus nutrientes. Alternar distintos tipos permite obtener un perfil más equilibrado de compuestos beneficiosos. De acuerdo con Eufic, estas pautas deben combinarse con una alimentación rica en vegetales, cereales integrales y proteínas magras para reforzar sus efectos en la regulación de la glucosa.

Incorporar semillas como el lino, el sésamo o la calabaza no exige grandes cambios, pero sí constancia. A diferencia de soluciones farmacológicas, su impacto es progresivo, aunque sostenible en el tiempo. Integrarlas de forma consciente en un estilo de vida activo puede suponer un paso importante hacia un mejor control metabólico, más allá de los ingredientes tradicionales.

Algunas semillas menos conocidas están ganando protagonismo en el ámbito de la nutrición por su capacidad para favorecer el equilibrio de la glucosa en sangre. Frente a opciones populares como la chia o la avena, existen otras alternativas que, además de ser fáciles de incorporar en la alimentación diaria, ofrecen un perfil nutricional igualmente beneficioso. Su alto contenido en fibra, grasas insaturadas y minerales esenciales las convierte en aliadas naturales para quienes buscan cuidar su metabolismo sin recurrir a productos procesados.

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