Soy uruguaya y esta es una de las cosas que más me sorprendieron de España cuando llegué: "Pensé que les caía mal"

Emiliana Artagaveytia, proveniente de Uruguay, experimentó un notable choque cultural al llegar a España, principalmente debido al elevado volumen al que hablan los locales.

Según ella, lo que sería motivo de conflicto en otros países, aquí es mera comunicación cotidiana. “Cuanto más cerca, más grito”, afirma Emiliana, evidenciando su inicial desconcierto ante la intensidad comunicativa de los españoles, incluso a distancias mínimas.

Diferencias culturales en la comunicación

“Literalmente estando a dos centímetros de distancia, y pensé que me estaban hablando mal o que les caía mal. No, simplemente es que están hablando a ese tono”, relata sobre sus primeras impresiones. Este rasgo se percibe con mayor intensidad en lugares públicos, como los bares, donde el ambiente ruidoso obliga a elevar la voz para ser escuchado.

“Cuanto más alto hablas, más amable estás siendo”

La adaptación a esta característica cultural no fue inmediata para Emiliana. Con el tiempo, observó las diferencias con su país natal: “En Uruguay te vas a las manos, o sea, se hablan literalmente cara a cara”. No obstante, ha logrado adaptarse, aprendiendo que “cuanto más alto hablas, más amable estás siendo”, integrando esta lección en su vida diaria en España.

Respeto por el descanso

Este viaje también destaca cómo pequeños detalles culturales pueden tener un gran impacto. Emiliana concluye que, pese al choque inicial, ahora respeta y valora estas diferencias que enriquecen su experiencia en un país extranjero.

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Además, subraya que, a pesar del bullicio diurno, España muestra un profundo respeto por las horas de descanso, manteniendo un silencio absoluto durante la siesta y la noche, lo cual considera admirable.