Un español viviendo en Hungría muestra cómo funcionan algunos supermercados en el país: “Esto en España no se podría”

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Una de las aventuras más interesantes en las que nos podemos embarcar en los tiempos que corren es, sin duda, irnos a vivir a otro país. Ya sea por motivos personales o laborales, uno de los elementos más positivos que podemos sacar de esta experiencia es, sin duda, enriquecernos con las culturas y tradiciones propias de esos territorios. Estas nos otorgarán una perspectiva diferente acerca del mundo en el que vivimos y la diversidad que lo caracteriza.

En este sentido, ese cambio de estilo de vida puede provocarnos algunos choques culturales en el que nuestros hábitos cotidianos impacten contra el funcionamiento de la sociedad nueva en la que hemos decidido vivir. Estos no tienen por qué entrar en conflicto directamente, pero dejan en los que lo experimentan una sensación de inquietud.

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Se trata de un fenómeno que se da con cierta frecuencia en las personas que recientemente han abandonado su país de origen, siendo muestra de ello las numerosas publicaciones en redes sociales de distintos usuarios al respecto. Para ilustrarlo, podemos coger de ejemplo uno de los últimos vídeos de TikTok de @pavomf, el cual se encuentra residiendo actualmente en Hungría y nos muestra la gran diferencia entre ambos países de un acto tan cotidiano como hacer la compra.

Supermercados diferentes

En Hungría, existen varios supermercados que prescinden totalmente de cualquier tipo de personal humano. Una tendencia parecida podemos encontrar en nuestro país a raíz de la integración del sistema de autocobro. Sin embargo, sigue habiendo cajeros y empleados que ayudan a los clientes a llevar a cabo el trámite de compra.

Sin embargo, en este país han dado el paso definitivo hacia la automatización en algunos establecimientos. Para comprar en estos, tan solo tendremos que coger los artículos que deseemos llevarnos y, una vez todos reunidos, pasar por la caja para cobrarnos nosotros mismos, sin contacto humano de ningún tipo.

No obstante, y aunque parezca un modelo de negocio bastante inseguro para su propietario, estos locales disponen de un sistema de videovigilancia continua, de manera que graba todas las acciones que realizamos desde que entramos en el mismo hasta que salimos. Sin embargo, el usuario se muestra desconfiado a implantar este sistema en España, apoyándose en las diferencias prominentes entre ambas culturas.