La Real Academia Española (RAE) ha realizado diversas modificaciones en el idioma con el objetivo de actualizar y simplificar sus normas. Entre los cambios más relevantes figura la revisión del abecedario oficial, que en 2010, con la publicación de la Ortografía de la lengua española, experimentó una modificación que redefinió su composición. Esta decisión generó debate, ya que afectó a dos signos que, durante mucho tiempo, fueron considerados letras dentro del español.
El ajuste respondió a la necesidad de unificar criterios con otros idiomas que emplean el alfabeto latino. Como parte de este proceso, la RAE determinó que la "ch" y la "ll" debían ser eliminadas de la lista oficial de letras, dado que en realidad no eran caracteres independientes, sino dígrafos, es decir, combinaciones de dos letras que representan un único sonido. Con este cambio, el abecedario pasó a contar con 27 letras, y se logró una mayor coherencia en la clasificación de términos en los diccionarios.
Pese a esta modificación, el uso de "ch" y "ll" en la escritura y pronunciación del español no sufrió alteraciones. Su exclusión del abecedario solo afectó la manera en que se organizan las palabras en los diccionarios, donde dejaron de figurar como letras individuales y pasaron a ser consideradas dentro de la "c" y la "l", respectivamente.
Esta decisión forma parte del proceso de actualización que la RAE lleva a cabo para garantizar una estructura clara y funcional del idioma. Aunque la eliminación de estos dígrafos del abecedario generó opiniones divididas, la medida buscó facilitar la enseñanza y el uso del español en distintos ámbitos lingüísticos y académicos.
La Real Academia Española (RAE) ha realizado diversas modificaciones en el idioma con el objetivo de actualizar y simplificar sus normas. Entre los cambios más relevantes figura la revisión del abecedario oficial, que en 2010, con la publicación de la Ortografía de la lengua española, experimentó una modificación que redefinió su composición. Esta decisión generó debate, ya que afectó a dos signos que, durante mucho tiempo, fueron considerados letras dentro del español.