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Esto es lo que significa que nos olvidemos del nombre de las personas, según la psicología
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Esto es lo que significa que nos olvidemos del nombre de las personas, según la psicología

Aunque se suele asociar a una falta de atención o a problemas de memoria, la psicología ofrece una explicación más profunda sobre por qué este fenómeno es tan común

Foto: Esto es lo que significa que nos olvidemos del nombre de las personas, según la psicología. Fuente: iStock
Esto es lo que significa que nos olvidemos del nombre de las personas, según la psicología. Fuente: iStock

Olvidar el nombre de una persona es una experiencia frustrante y, en muchas ocasiones, embarazosa. Aunque se suele asociar a una falta de atención o a problemas de memoria, la psicología ofrece una explicación más profunda sobre por qué este fenómeno es tan común. De acuerdo con los expertos, el motivo principal es que los nombres propios presentan características que los hacen más difíciles de recordar en comparación con otras palabras.

El profesor de psicología David Ludden, de Georgia Gwinnett College, explica en un artículo publicado en Psychology Today que el cerebro humano está diseñado para reconocer rostros con facilidad, pero no para retener los nombres que los acompañan. “Los humanos somos bastante buenos a la hora de reconocer rostros que hemos visto antes, y hay una razón evolutiva para ello”, señala. Esto se debe a que el reconocimiento facial es un mecanismo esencial en la interacción social, lo que ha llevado a que nuestro cerebro desarrolle estructuras especializadas para esta función. Sin embargo, recordar nombres es un proceso distinto y mucho más complejo.

La dificultad de recordar nombres según la psicología

Las psicólogas Lise Abrams y Danielle Davis han estudiado las razones que explican esta dificultad y han señalado en Psychology Today que los nombres propios tienen particularidades que los hacen más propensos a ser olvidados. A diferencia de las palabras comunes, los nombres no transmiten información sobre la persona a la que se refieren, lo que los convierte en términos arbitrarios sin conexión con su significado. Mientras que una palabra como "libro" evoca una imagen clara en la mente, un nombre como "Alejandro" no aporta ninguna referencia sobre su portador.

Otra razón clave es que los nombres carecen de sinónimos. Cuando una persona no recuerda una palabra habitual, suele recurrir a otra con un significado similar para continuar la conversación sin que su interlocutor note el olvido. Sin embargo, esto no ocurre con los nombres propios, ya que cada uno es único y no existe una alternativa para sustituirlo en el momento. Además, el apellido añade una capa adicional de complejidad a la memoria.

Foto: Fuente: iStock

El olvido de nombres también está relacionado con el fenómeno conocido como "punta de la lengua", una situación en la que el cerebro es consciente de que conoce la información, pero no logra acceder a ella en el momento preciso. Según las psicólogas, este fenómeno es más frecuente con palabras de baja frecuencia, como los nombres propios, que no se utilizan con tanta regularidad como otras palabras del lenguaje cotidiano.

Otro artículo publicado por The Atlantic también identificó varios motivos principales que explican este fenómeno. Uno de ellos es que, cuando nos encontramos en un grupo grande de personas, solemos estar más pendientes de la siguiente persona a la que saludaremos que de la que ya hemos conocido. Esto sucede con frecuencia en eventos sociales, donde interactuamos con tantas personas que, al final, recordamos muy pocos nombres. Otra razón, según el mismo artículo, es que en muchas ocasiones olvidamos el nombre de alguien simplemente porque no nos interesa conocerlo. Si en el momento de la presentación nuestra mente está ocupada con otros pensamientos o no prestamos atención, será difícil retener ese nombre en el futuro. La memoria requiere concentración, y si no la activamos en el momento preciso, la información puede desvanecerse rápidamente.

Foto: Una mujer mira el reloj y se da cuenta de que llega tarde a su cita (iStock)

Aquí también habría que tener en cuenta la diferencia entre la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo. La primera, también conocida como memoria de trabajo, es un tipo de memoria que “no recuerda mucho y olvida cosas todo el tiempo”, según explican en The Atlantic. Esto significa que, a menos que pongamos un esfuerzo consciente en recordar un nombre, lo más probable es que desaparezca de nuestra memoria en cuestión de minutos.

Para evitar este tipo de situaciones, los expertos recomiendan asociar el nombre de una persona con algún rasgo distintivo o repetirlo varias veces después de escucharlo por primera vez. Aunque olvidar nombres es un fenómeno completamente normal, comprender por qué ocurre puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la capacidad de retención en futuras interacciones sociales.

Olvidar el nombre de una persona es una experiencia frustrante y, en muchas ocasiones, embarazosa. Aunque se suele asociar a una falta de atención o a problemas de memoria, la psicología ofrece una explicación más profunda sobre por qué este fenómeno es tan común. De acuerdo con los expertos, el motivo principal es que los nombres propios presentan características que los hacen más difíciles de recordar en comparación con otras palabras.

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