Esto es lo que pasa en el cuerpo cuando tomas magnesio y zinc juntos: así afecta a tu sueño

• Cómo consumir magnesio cada día para reducir el estrés y dormir como un bebé de forma natural
• Cómo consumir caldo de huesos cada día para aumentar el colágeno de forma natural

El interés por el magnesio y el zinc ha crecido en los últimos años debido a su potencial impacto en la calidad del sueño. Ambos minerales desempeñan funciones esenciales en el organismo y diversos estudios han explorado cómo su combinación podría influir en el descanso nocturno.

El magnesio es reconocido por su papel en la relajación muscular y nerviosa, favoreciendo un estado de calma que puede facilitar el sueño. Por su parte, el zinc interviene en la producción de melatonina, la hormona responsable de regular los ciclos de sueño y vigilia. De acuerdo con una investigación publicada en el Journal of the American Geriatrics Society, la suplementación conjunta de magnesio (225 mg), melatonina (5 mg) y zinc (11,25 mg) en adultos mayores con insomnio mostró efectos positivos en la calidad del descanso, reduciendo el tiempo para conciliar el sueño y aumentando la duración total del mismo.

Beneficios adicionales de la combinación de magnesio y zinc

Más allá de su relación con el sueño, estos minerales son fundamentales para numerosas funciones en el cuerpo. Contribuyen a la síntesis de proteínas, la regulación de la glucosa en sangre y la reparación de tejidos, además de fortalecer el sistema inmunológico y favorecer la salud metabólica.

TE PUEDE INTERESAR

El cardiólogo Aurelio Rojas explica los tres errores comunes que debes evitar si quieres dormir bien por la noche

Sandra Gonzálvez

El magnesio, en particular, ha sido objeto de diversas investigaciones. Un estudio publicado en el Journal of Research in Medical Sciences en 2012 analizó los efectos de la ingesta de 500 mg de magnesio diarios en adultos mayores durante ocho semanas. Los resultados indicaron una mejora en la eficiencia del sueño, con un incremento en la duración del descanso y en los niveles de melatonina.

Consideraciones sobre su consumo conjunto

Aunque los beneficios del magnesio y el zinc están respaldados por estudios científicos, su ingesta debe ajustarse a las necesidades individuales. Un consumo excesivo de zinc puede afectar la absorción de magnesio, lo que podría provocar un desequilibrio en el organismo.

Por otro lado, una investigación de 2020 realizada por investigadores de Irán y Croacia, analizó los efectos de la suplementación con magnesio y zinc durante 12 semanas en personas con diabetes tipo 2 y enfermedad coronaria. Los resultados revelaron mejoras en los niveles de glucosa e insulina, así como una reducción en indicadores de inflamación y estrés oxidativo, lo que demuestra que estos minerales también pueden influir en otros aspectos de la salud.

Aunque los suplementos pueden ser útiles en ciertos casos, la mejor forma de obtener magnesio y zinc es a través de la alimentación. El magnesio se encuentra en alimentos como espinacas, almendras y semillas de calabaza, mientras que el zinc está presente en carnes magras, legumbres y frutos secos. Mantener una dieta equilibrada es clave para aprovechar sus beneficios sin recurrir a suplementación innecesaria.