Antes tiraba a la basura las bandejas de Lidl y Mercadona y ahora me he dado cuenta de cómo reutilizarlas

• Esto es lo que dice el doctor Jorge Planas sobre tatuarse en estas dos zonas del cuerpo: "Es una advertencia para el mundo del tatuaje"
• Este es el aperitivo que arrasa entre los clientes de Mercadona: tiene más hierro que las lentejas y cuesta menos de seis euros

Las bandejas de plástico que suelen acompañar a productos en supermercados como Mercadona, Lidl, Carrefour o Alcampo a menudo terminan en la basura. Sin embargo, la creadora de contenido Galletasafortunadas ha demostrado en su canal de YouTube cómo reutilizarlas de manera creativa y sostenible, transformándolas en piezas decorativas para el hogar.

El truco consiste en limpiar a fondo la bandeja para eliminar cualquier residuo y aplicar una mezcla de cola blanca, pintura acrílica y yeso para darle un nuevo acabado. Para la decoración, se pueden utilizar servilletas de papel con diseños llamativos, así como molduras de arcilla y patas de madera, logrando así un objeto decorativo con un aspecto renovado y sofisticado.

Además de su uso decorativo, estas bandejas pueden ser aprovechadas como organizadores dentro del hogar. Su tamaño y resistencia las hacen útiles para almacenar pequeños objetos en cajones o estanterías, permitiendo mantener el orden de una forma sencilla y económica. Este tipo de reutilización no solo evita el desperdicio, sino que también fomenta la creatividad y el aprovechamiento de materiales cotidianos.

Iniciativas sostenibles de los supermercados

Por su parte, supermercados como Lidl han implementado medidas para reducir el impacto ambiental del plástico. Una de sus iniciativas ha sido la incorporación de bandejas de pescado fabricadas con un 80% de plástico reciclado (rPET), dentro de su estrategia global REset Plastic. Este programa busca que, para 2025, el 100% de sus envases sean reciclables y que al menos el 25% del plástico utilizado provenga de materiales reciclados.

La combinación de estas iniciativas empresariales con el esfuerzo de los consumidores por dar una segunda vida a los envases contribuye a la reducción de residuos y a la promoción de una economía circular, donde los materiales se aprovechan al máximo en lugar de desecharse prematuramente.