El impresionante paisaje de desfiladeros y barrancos que puedes visitar a tan solo una hora de Madrid
Este enclave es un rincón natural que sorprende con formaciones rojizas esculpidas por la erosión. Un destino ideal para senderistas y amantes de la fotografía en busca de paisajes únicos
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Un paisaje de otro mundo espera a solo una hora de Madrid. Las imponentes formaciones de cárcavas del Pontón de la Oliva, situadas en la Sierra Norte de Madrid y la sierra de Ayllón, ofrecen un espectáculo natural que recuerda a los paisajes más áridos de Estados Unidos. Estas estructuras, esculpidas por la erosión del agua en terrenos arcillosos, han creado un escenario de tonos rojizos y cortes afilados que parecen sacados de otro planeta.
El acceso a este enclave es posible a través de varias rutas de senderismo, adaptadas a diferentes niveles de dificultad. Para aquellos que prefieren un paseo sencillo, existe un camino accesible que comienza en Pontón de la Oliva y atraviesa campos de cultivo antes de alcanzar una colina con inclinación moderada. La duración estimada de esta caminata es de unos 30 minutos. Para los más aventureros, una ruta circular de aproximadamente 10 kilómetros atraviesa la localidad de Alpedrete de la Sierra y permite disfrutar de vistas panorámicas únicas mientras se sigue el cauce del río Lozoya.
La historia del Pontón de la Oliva también añade interés a la visita. Esta presa, construida en el siglo XIX durante el reinado de Isabel II, tuvo un papel clave en los primeros intentos de abastecimiento de agua a Madrid. Sin embargo, los problemas estructurales causados por las filtraciones del terreno llevaron a su abandono poco tiempo después de su inauguración. Hoy en día, sus ruinas forman parte del patrimonio histórico de la región y sirven de punto de partida para diversas rutas de senderismo.
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Llegar hasta las cárcavas es sencillo, tanto en coche como en transporte público. Las líneas 197 y 197A de autobús, que parten desde el intercambiador de Plaza Castilla en Madrid, permiten acceder a localidades cercanas como Patones o Torrelaguna. Desde allí, la línea 913 acerca a los visitantes hasta las inmediaciones de la antigua ermita de la Virgen de la Oliva, donde comienzan las rutas hacia las cárcavas.
Algunas precauciones
El entorno natural de este enclave es tan impresionante como delicado. La falta de vegetación en algunos tramos hace que la exposición al sol sea intensa, por lo que se recomienda llevar gorra, protección solar y agua suficiente. Además, es esencial transitar con precaución por los senderos, evitando acercarse demasiado a los bordes de las cárcavas, ya que la erosión ha generado pendientes inestables.
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El contraste entre las formaciones arcillosas y la vegetación circundante convierte este lugar en un escenario ideal para los amantes de la fotografía y la naturaleza. Al recorrer estos paisajes, es inevitable encontrar similitudes con otros parajes icónicos de España, como las Bardenas Reales en Navarra o las Médulas en León. Sin embargo, la cercanía a Madrid y su singularidad geológica hacen de las cárcavas del Pontón de la Oliva un destino único para quienes buscan una escapada natural sin alejarse demasiado de la capital.
Un paisaje de otro mundo espera a solo una hora de Madrid. Las imponentes formaciones de cárcavas del Pontón de la Oliva, situadas en la Sierra Norte de Madrid y la sierra de Ayllón, ofrecen un espectáculo natural que recuerda a los paisajes más áridos de Estados Unidos. Estas estructuras, esculpidas por la erosión del agua en terrenos arcillosos, han creado un escenario de tonos rojizos y cortes afilados que parecen sacados de otro planeta.