Cómo lavar una chaqueta de traje en la lavadora: el sencillo truco para que no se estropeen

• El truco definitivo para eliminar una mancha de sangre de la ropa en segundos, sin productos químicos
• Ni cada semana ni cada 15 días: esta es la frecuencia con la que debes lavar el pijama (y te vas a sorprender mucho)

Lavar una chaqueta de traje en la lavadora puede parecer arriesgado, pero con el método adecuado es posible mantener su estructura y evitar deformaciones. Aunque muchas etiquetas indican "solo limpieza en seco", ciertos tejidos como la lana, el algodón o el lino pueden lavarse en casa si se siguen las recomendaciones apropiadas. La clave está en utilizar un programa adecuado para reducir la fricción y controlar la temperatura del agua.

Antes de proceder con el lavado, es recomendable realizar una prueba en una zona discreta de la prenda. El mejor truco para asegurarnos que la prenda no se va a estropear es aplicar una pequeña cantidad de agua con detergente y frotar con un bastoncillo. Este paso previo te permitirá verificar si el tejido destiñe. Si no hay desprendimiento de color, se puede continuar con el proceso sin temor a que la chaqueta pierda su apariencia original.

Cómo lavar la chaqueta en la lavadora

Para garantizar que la chaqueta no sufra daños, es importante tomar ciertas precauciones. Dar la vuelta a la prenda antes de introducirla en la lavadora ayuda a proteger su tejido exterior. Además, el uso de una bolsa de malla para prendas delicadas minimiza el impacto del centrifugado. Elegir un ciclo de lavado en frío y evitar temperaturas elevadas también es fundamental para evitar encogimientos y alteraciones en la tela.

El detergente juega un papel clave en el mantenimiento de la chaqueta. Se recomienda utilizar uno específico para prendas delicadas o lana, evitando aquellos con químicos agresivos que puedan deteriorar las fibras. El centrifugado debe mantenerse al mínimo para evitar que la prenda se deforme durante el proceso de lavado.

Secado adecuado para conservar la forma

Tras el lavado, la chaqueta no debe retorcerse para escurrir el agua, ya que esto podría dañar su estructura. Lo ideal es presionar suavemente el tejido para eliminar el exceso de humedad sin afectar su forma. Envolver la prenda en una toalla ayuda a absorber el agua sin comprometer su estado.

Para un secado óptimo, es recomendable colocar la chaqueta en posición horizontal sobre una superficie plana en un lugar bien ventilado. Evitar la exposición directa al sol es esencial para que los colores no pierdan intensidad con el tiempo. Dejar que seque de manera natural mantendrá su forma original sin necesidad de utilizar calor artificial.