Adiós a las arrugas: así es la función secreta de las planchas para quitarlas del cuello de las camisas

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¿Planchas una camisa y el cuello sigue con arrugas? Esta tarea puede convertirse en un verdadero desafío si no se aplica la técnica correcta. Aunque el planchado es esencial para mantener la ropa impecable y prolongar su vida útil, ciertas zonas como el cuello de la camisa suelen ser difíciles de alisar completamente. Sin embargo, un truco poco conocido de la plancha puede facilitar este proceso y dejar el tejido sin una sola arruga.

Para obtener los mejores resultados al planchar, es fundamental ajustar la temperatura según el tipo de tela. Un exceso de calor puede dañar el tejido, mientras que una temperatura insuficiente dificultará la eliminación de arrugas. Es importante revisar siempre la etiqueta de la prenda para asegurarse de no aplicar más calor del necesario. Además, se recomienda planchar la ropa ligeramente húmeda, ya que esto facilita la eliminación de arrugas y evita daños en los tejidos más delicados.

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Uno de los errores más frecuentes es utilizar la plancha directamente sobre el tejido sin protección, lo que puede generar un efecto de brillo, especialmente en colores oscuros y materiales como la seda o el lino. Para evitarlo, se recomienda colocar un paño de presión entre la plancha y la tela. Otro fallo habitual es planchar con la prenda sucia o con manchas. El calor fija la suciedad, haciendo que sea prácticamente imposible eliminarla posteriormente.

El truco para planchar el cuello de la camisa

Una de las partes más complicadas de alisar en una camisa es el cuello, ya que las arrugas pueden persistir incluso después de varias pasadas con la plancha. Un vídeo en Instagram ha revelado una función poco conocida que facilita esta tarea. Las planchas cuentan con una ranura especial diseñada específicamente para deslizar el cuello de la camisa y eliminar las arrugas de manera uniforme. Para utilizar este truco, solo es necesario introducir el borde del cuello en la ranura de la plancha y deslizarla suavemente. De esta manera, el calor se distribuye mejor y el cuello queda completamente liso en pocos segundos.

Para conseguir un resultado impecable, lo primero es comenzar por las mangas, colocándolas planas sobre la tabla y alisándolas desde el puño hasta el hombro. Luego, se debe planchar el cuerpo de la camisa, asegurándose de alisar tanto la parte delantera como la trasera. Una vez completado este paso, es el momento de centrarse en el cuello, utilizando la ranura especial de la plancha para eliminar cualquier arruga persistente. Finalmente, se deben repasar los puños y dobladillos, aplicando vapor si es necesario para lograr un mejor acabado.