Un joven desvela la estrategia de los chinos para vigilar a la competencia: "Cuando mis padres tenían un bar"

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La vida de los extranjeros en España está llena de experiencias y desafíos, especialmente para quienes han crecido en familias dedicadas al sector comercial. En el último episodio del canal de YouTube ‘Un chino y medio’, los influencers Chicken papi y Jiajun Yin han compartido anécdotas sobre la adaptación de sus familias en el país, las diferencias culturales y cómo sus padres gestionaban sus negocios.

Ambos jóvenes han hablado en varias ocasiones sobre cómo fue crecer en hogares donde los negocios eran el eje principal del día a día. Mientras que los progenitores de Chicken papi tenían un bar, los de Jiajun Yin regentaban un bazar en Barcelona. Desde temprana edad, se vieron involucrados en la dinámica laboral de sus familias, ayudando en las tareas diarias y observando de cerca el funcionamiento del comercio. Sin embargo, una de las historias que más ha sorprendido a la audiencia tiene que ver con la forma en que sus padres intentaban mantenerse al tanto de la competencia. Una estrategia que, según relatan, era bastante peculiar y los involucraba directamente en la tarea de recopilación de información. "Yo no sé para qué si luego le decía 'hay cuatro, hay diez, hay cero' y no hacía nada", añade.

En el episodio, uno de los creadores de contenido desvela la táctica que utilizaban sus padres para conocer el estado de los negocios rivales. "Cuando mis padres tenían un bar y por las tardes no había nada que hacer, me decían 'coge la bici, da una vuelta por toda la manzana y mira cuántos clientes hay en los bares de la competencia'", relata.

La misma experiencia la vivió Jiajun Yin, quien asegura que sus padres también le encomendaban una tarea similar. "Mis padres también me lo decían. Ve ahí a la tienda esta a ver cuánta gente hay. Pero es que luego la gente que está allí te reconoce y a mí me daba mucha vergüenza", comenta, recordando lo incómodo que le resultaba. El joven también detalla un episodio en el que entró a un bazar de la competencia con el propósito de cumplir la misión que le habían encargado sus padres. "Me acuerdo que una vez fui a la otra tienda, entré para ver y me dijo ‘Bueno, es que los bazares ganamos más o menos lo mismo. No hace falta que te vengas aquí a mirar’. Qué vergüenza pasé".