Esta española se fue a estudiar a Argentina y ahora cuenta su experiencia: "Quizá no lo hagas nunca"

Jimena tenía claro que el Erasmus no era para ella. “No me veía yéndome, no estaba inspirada, no me apetecía”, confiesa en un vídeo donde cuenta su experiencia. Pero la vida da muchas vueltas y, meses después, acabó haciendo las maletas rumbo a Argentina, donde ahora disfruta de una de las etapas más enriquecedoras de su vida.

El proceso no fue sencillo. Cuando finalmente se animó a solicitar plaza, las opciones eran escasas. “Me apunté a la repesca, pero ya no quedaban plazas para Argentina, solo para Uruguay”, explica. No tenía intención de irse allí, ya que no conocía a nadie en el destino. Sin embargo, el azar jugó a su favor. Un mes después, recibió una llamada de la universidad. “Me dijeron que si podía bajar, que tenían algo que contarme. Bajé con mi amiga, que sí tenía plaza en Argentina, y me ofrecieron una última vacante en la Universidad de Belgrano. Tenía que decidir rápido porque había mucha gente interesada”.

La presión del momento no le dejó mucho margen para dudar. “No me lo quise pensar más y dije que sí”. Desde entonces, su vida ha cambiado por completo. Junto a su amiga, organizó un plan de estudios que les permitiera aprovechar al máximo la experiencia. “Vamos a la universidad de lunes a miércoles, y de jueves a domingo lo tenemos para viajar”.

No todo ha sido fácil. La convalidación de asignaturas ha sido uno de los mayores retos. “Es un tema complicado. Aquí en Argentina va por horas y en España, en mi caso, son créditos. Nos ha dado muchos dolores de cabeza”. Adaptarse a la oferta académica también resultó ser un desafío. “El plan que hice al principio no tiene nada que ver con el que tengo ahora. No tienes ni idea de cómo organizarte hasta que estás allí”.

A pesar de las dificultades, la experiencia ha sido un éxito. Jimena asegura que Buenos Aires le ha sorprendido más de lo que esperaba. “Nos recuerda mucho a Madrid. Hay calles en el centro que son prácticamente iguales y hasta los argentinos lo dicen”. Ahora, anima a otros estudiantes a lanzarse a la aventura. “Al principio estaba cansadísima, no me apetecía nada, y ahora no me arrepiento para nada. Es una experiencia única que no puedes vivir siempre”. Lo que empezó como una decisión apresurada se ha convertido en un viaje inolvidable. “Tu casa y tu familia siempre van a estar, pero esto es algo que si no lo vives ahora, quizá no lo hagas nunca”.