¿Qué os pasa a todos con correr? Por qué está de moda hacer maratones y subir capturas de Strava
Los llamados 'influencers' del 'running' están en auge y cada vez son más las personas que intentan buscar un hueco en sus agendas para salir a correr al aire libre
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"Me hace desconectar" es, probablemente, una de las frases que más se repiten tras salir a correr, de forma profesional o no: sin antes buscábamos Internet como medio para evadirnos, ahora hacemos toda clase de cábalas para alejarnos del móvil. Y el running es uno de los deportes que ponen más difícil esa multitarea de hacer scroll en Instagram mientras la practicas.
Es posible que en los últimos meses, varias personas de tu entorno estén deseando de salir del trabajo para ir a correr. Muchos, incluso, sacrifican las mañanas de domingo en la cama para participar en una carrera benéfica: por el cáncer, los accidentes de tráfico o cualquier otro organismo que practique la filantropía. Toda causa es buena para aglutinar a cientos de personas dispuestas a correr cinco, diez, quince o incluso veinte kilómetros. Seguro que conoces a alguien que quiera correr en una media maratón. Los más valientes se atreven incluso con los temidos 40 kilómetros que componen la maratón.
También es posible que te hayas percatado de que muchas de las personas a las que sigues en Instagram suben una captura de pantalla de un mapa que refleja el recorrido y trayectoria de su carrera de ese día gracias a Strava, una aplicación que utilizan los runners para monitorizar la distancia y velocidad que pueden llegar a hacer corriendo.
Correr estuvo de moda hace unos años. Luego, pareció decaer en virtud de otras disciplinas deportivas, como el yoga o el pádel. Ahora, sin duda, vuelve a ser tendencia. Y si no que se lo digan a tu amigo, el que no deja causa benéfica sin correr. Pero, ¿Por qué se ha experimentado este resurgir?
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Uno de los primeros booms de las maratones tuvo lugar en la década de los noventa, cuando la mítica Oprah Winfrey corrió una maratón organizada por el Cuerpo de los Marines, impulsando a miles de mujeres de todo el mundo a enfundarse los noventeros calentadores y probar lo que aún se conocía como jogging.
En el reciente 2024, correr como deporte volvió a experimentar un notable boom. La accesibilidad (y bajo precio) de este deporte, el deseo de alejarse del teléfono móvil o la felicidad colectiva de experimentar un triunfo conjunto, como sucede en las maratones o carreras populares, son algunas de las causas que convierten este deporte en un verdadero imán.
Correr carreras y maratones ha dejado de ser algo exclusivo de personas delgadísimas y atléticas. Según Running USA, la proporción de personas que terminaron la maratón de Nueva York en 2024 ha crecido de un 5 a un 8% desde el año 2021.
Por qué a la generación Z le gusta tanto correr
Según la información de Wall Street Journal, la generación Z es más constante corriendo de lo que lo fueron los millenials, que se pasaron a otros deportes como el yoga o la escalada.
Strava, la aplicación que mencionábamos anteriormente, ha tenido mucho que ver en el auge de esta saludable práctica entre los Z, precisamente porque permite hacer del correr una experiencia que puede medirse y ser compartida con el entorno. De alguna manera, fomenta la competitividad hacia los demás pero también hacia uno mismo.
Esta necesidad por huir de Internet y las redes, un lugar que hasta hace no tantos años era un refugio para muchos, desconectar y disfrutar de un deporte al aire libre tras una jornada en la oficina ha sido sin duda uno de los factores con más peso para atraer a los Z.
Los llamados influencers del running están en auge y cada vez son más las personas que intentan buscar un hueco en sus agendas para salir a correr al aire libre.
Duy Nguyen, cofundador de uno de los clubs de running más famosos de Los Ángeles, asegura a Wall Street Journal que entrenar en grupo provoca una euforia en los que practican este deporte que hace querer más.
Los factores que han terminado de disparar el running
Dos factores han terminado de impulsar hasta la cima el interés por las carreras de larga distancia. Por un lado, la necesidad de poder hacer ejercicio al aire libre y en soledad que generó la pandemia; y por otro la revolución de las redes sociales, que ha hecho que se publiciten mucho más productos especializados para correr como las zapatillas de última generación que incorporan tecnologías de todo tipo.
Podríamos decir que, de alguna manera, correr ha caído en las manos de consumismo: el deseo de poseer zapatillas, ropa de deporte o el último modelo de un reloj que monitoriza nuestras carreras realmente nos hace creer que podremos cambiar nuestra rutina, al igual que sucede cuando pensamos que comprar tal o cual prenda de ropa cambiará nuestra vida y nos hará de alguna manera más felices. Y en esto, los influencers del running que mencionábamos anteriormente, han tenido mucho que ver.
Los datos de la maratón de Nueva York recopilados por Wall Street Journal hablan por sí solos: si en 2019 los corredores de 20 a 39 años representaban apenas el 43% de los finalistas, en 2024 son el 52%. La fiebre por este deporte avanza tan rápido que seguro que haría un tiempo estupendo en una media maratón.
"Me hace desconectar" es, probablemente, una de las frases que más se repiten tras salir a correr, de forma profesional o no: sin antes buscábamos Internet como medio para evadirnos, ahora hacemos toda clase de cábalas para alejarnos del móvil. Y el running es uno de los deportes que ponen más difícil esa multitarea de hacer scroll en Instagram mientras la practicas.