Es noticia
¿Existe algún ruido tan fuerte que sería capaz de matarnos? Esto dicen los estudios
  1. Alma, Corazón, Vida
Toma nota

¿Existe algún ruido tan fuerte que sería capaz de matarnos? Esto dicen los estudios

El sonido se mide en decibelios, y mientras niveles de hasta 85 decibelios son considerados seguros, ruidos más fuertes empiezan a ser peligrosos

Foto: Fuente: iStock
Fuente: iStock

Un ruido lo suficientemente potente no solo puede dañar nuestros oídos, sino también causar lesiones internas fatales. Según los expertos, los sonidos que superan los 200 decibelios podrían provocar la ruptura de los pulmones, llevando a la muerte. La relación entre la intensidad del sonido y sus efectos en el cuerpo humano revela una verdad inquietante: el ruido puede matarnos.

El sonido se mide en decibelios, y mientras niveles de hasta 85 decibelios son considerados seguros, ruidos más fuertes empiezan a ser peligrosos. Un jet durante el despegue o un disparo de escopeta pueden generar hasta 150 decibelios, suficientes para romper los tímpanos. Cuando se superan los 185 decibelios, las ondas sonoras generan una presión acústica capaz de dañar órganos como los pulmones, el oído interno y el tracto gastrointestinal, un fenómeno observado en explosiones bélicas conocido como blast overpressure.

Además, existen dispositivos diseñados específicamente para probar los límites del sonido. Un ejemplo destacado es la "superbocina" de la Agencia Espacial Europea (ESA), utilizada para evaluar la resistencia de satélites y naves espaciales frente al ruido extremo de un despegue. Aunque su potencia alcanza "solo" 154 decibelios, prolongar la exposición podría ser letal, según la ESA. Este artefacto está protegido por paredes de hormigón de medio metro de grosor recubiertas con resina epoxi para evitar daños colaterales.

Los efectos de un sonido tan potente no se limitan al oído. Ondas de presión acústica intensas pueden hacer vibrar los globos oculares y destruir tejidos internos, convirtiendo al ruido en un enemigo mortal. Aunque los desarrollos de armas acústicas han priorizado fines no letales, el potencial de este tipo de tecnologías plantea importantes reflexiones éticas.

Si alguna vez has experimentado el zumbido temporal tras un concierto, conocido como tinnitus, ya sabes lo que un sonido puede causar a menor escala. Sin embargo, imaginar un ruido capaz de desgarrar pulmones y órganos internos lleva esta realidad a otro nivel, mostrando cuán delicado puede ser el equilibrio entre el sonido y nuestra supervivencia.

Un ruido lo suficientemente potente no solo puede dañar nuestros oídos, sino también causar lesiones internas fatales. Según los expertos, los sonidos que superan los 200 decibelios podrían provocar la ruptura de los pulmones, llevando a la muerte. La relación entre la intensidad del sonido y sus efectos en el cuerpo humano revela una verdad inquietante: el ruido puede matarnos.

Virales