Cómo lavar la funda nórdica en la lavadora para que no se estropee

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El cuidado de la ropa de cama es esencial para mantener un descanso confortable y una higiene adecuada. Lavar con frecuencia sábanas, edredones y fundas nórdicas no solo ayuda a eliminar ácaros y bacterias, sino que también prolonga la vida útil de los tejidos. Sin embargo, una limpieza inadecuada en la lavadora puede deteriorar las fibras y hacer que los colores pierdan intensidad. Para evitarlo, es importante seguir ciertos pasos que garantizan una desinfección efectiva sin comprometer la calidad del tejido.

La funda nórdica debe lavarse con más frecuencia que el edredón, ya que actúa como una barrera protectora contra la suciedad. La recomendación general es lavarla a máquina cada dos o cuatro semanas, dependiendo del uso. Si se pasa mucho tiempo en la cama o si hay mascotas que duermen en ella, se aconseja aumentar la frecuencia de lavado.

Paso a paso para lavar la funda nórdica sin dañarla

Uno de los errores más comunes es lavar la funda sin retirarla del edredón. Para evitar problemas, lo primero que se debe hacer es quitar el edredón y lavar únicamente la funda. Esto permitirá una limpieza más profunda y evitará que la carga en la lavadora sea demasiado pesada.

Antes de introducir la funda en la lavadora, se recomienda clasificar la ropa por colores y tipo de tejido. Para evitar que se dañe, la creadora de contenido Mrs. JayP aconseja cerrarla para que la cremallera no se enganche a ninguna parte y se rompa. Es fundamental utilizar un detergente suave y, en caso necesario, un blanqueador sin cloro para eliminar manchas difíciles.

Para que la funda nórdica quede impecable, es recomendable seleccionar un ciclo de lavado delicado, preferiblemente con agua fría o tibia. El uso de temperaturas elevadas puede debilitar las fibras y encoger la tela. Además, es importante asegurarse de que la lavadora no esté sobrecargada, ya que el movimiento del tambor es clave para que la ropa quede bien limpia.

Cómo secarla

Una vez finalizado el lavado, la funda debe sacarse de inmediato de la lavadora para evitar que la humedad genere arrugas innecesarias. “Cuando lo saques de la lavadora, agítala bien”, comenta la experta en limpieza. Si se dispone de secadora, se recomienda utilizar un ciclo de calor bajo y añadir bolas de lana para acelerar el secado y mantener la funda más esponjosa.

Si no se cuenta con secadora, lo ideal es colgar la funda nórdica al aire libre en el tendedero, bien estirada y en posición horizontal para evitar deformaciones. La ventilación ayuda a eliminar posibles olores y reduce la necesidad de planchado. Para obtener un acabado impecable, se aconseja colgarla a media altura, con varias cuerdas perpendiculares y sin utilizar pinzas, ya que estas pueden dejar marcas en la tela.