Giro de 180 grados en Harry Potter: la fascinante historia de la librería que pudo inspirar a la autora de la saga

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La saga de Harry Potter ha trascendido generaciones, convirtiéndose en un fenómeno literario y cinematográfico sin precedentes. Sus escenarios mágicos, personajes inolvidables y detalladas descripciones han transportado a millones de lectores a un mundo donde la magia es real. No es de extrañar que muchos busquen los lugares que, supuestamente, sirvieron de inspiración para J.K. Rowling al escribir su historia. Uno de los más mencionados es la librería Lello, en Oporto, una joya arquitectónica que, según el mito, influenció el diseño de las escaleras cambiantes de Hogwarts.

La historia de la autora británica está profundamente ligada a Portugal, pues vivió en Oporto entre 1991 y 1993, enseñando inglés en una academia. Durante ese tiempo, se dice que frecuentaba distintos rincones de la ciudad, entre ellos el famoso Café Majestic, donde escribió los primeros capítulos de su novela. Sin embargo, aunque por años circuló la versión de que la autora se inspiró en la librería Lello, ella misma desmintió la historia asegurando que ni siquiera había entrado en el lugar antes de que se propagara el rumor.

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Situada en la Rua das Carmelitas, la librería Lello es una de las más bellas del mundo y un auténtico tesoro arquitectónico. Fundada en 1906 por los hermanos Lello, ha mantenido su esencia neogótica con una impresionante escalera roja en su interior, altas estanterías de madera y un techo que imita madera tallada, aunque en realidad es de yeso. Un detalle destacado es su vidriera en el techo, donde se lee la expresión latina "Docus in Labore", que significa "dignidad en el trabajo".

El misticismo de la librería no solo radica en su arquitectura. Su historia también es fascinante: el diseño estuvo a cargo del ingeniero Francisco Xavier Esteves, un apasionado de la literatura, lo que explicó su meticulosa atención al detalle. En su fachada, las pinturas simbolizan el Arte y la Ciencia, convirtiéndola en un espacio que parece sacado de un cuento. A pesar de la confirmación de Rowling de que no se inspiró en ella, los pasillos de la librería evocan una atmósfera digna del mundo de los magos.

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Medidas de control

El auge del turismo literario ha llevado a la librería a establecer una entrada de 8 euros por visitante, una estrategia para controlar la masiva afluencia de curiosos. "Con tanto turista era imposible que ejerciera su actividad", comentan sus responsables. A pesar de ello, la afluencia diaria puede alcanzar hasta 3.000 personas, generando largas colas. Para quienes deseen evitar esperas prolongadas, se recomienda acudir a primera hora del día o adquirir una entrada prioritaria por 12 o 15 euros, que incluye la pre-reserva de un libro.

Aunque la leyenda de la librería como inspiración de Harry Potter ha sido desmentida, su encanto sigue intacto. Cada rincón de Lello guarda la esencia de la literatura y un magnetismo que atrapa tanto a lectores como a turistas. Porque, al final, el verdadero hechizo de este lugar no está en su supuesta conexión con la magia de Hogwarts, sino en la magia real que provoca en quienes cruzan su umbral.