Hacer amigos a partir de esta edad es misión imposible para muchos en España. Ahora la ciencia ha encontrado por qué
Los amigos son una parte imprescindible en la vida de muchos. Sin embargo, a partir de cierto tiempo, conseguirlos se complica un poco
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Las redes de apoyo son una parte crucial de la vida y la experiencia humana. Como animales sociales, todos necesitamos de vez en cuando alguien que nos escuche, nos comprenda, nos cuente su manera de ver la vida o nos haga evadirnos de nuestros problemas.
Un estudio realizado por OnePoll, agencia especializada en hacer estudios de mercado y encuestas de opinión, ha revelado que hacer amigos no es igual de sencillo a todas las edades.
Según el estudio, la edad perfecta para establecer nuevos vínculos son los 23 años. En esta etapa aún mantenemos vínculos de amistades que hicimos durante nuestra etapa educativa y comenzamos a introducirnos en el mundo laboral, un periodo perfecto para conocer a personas nuevas con la que conectar.
Más de 2.000 personas fueron encuestadas y el factor común es que a partir de los 23, el tema de los amigos se complica un poco. La causa principal es la mezcla de dos factores: la timidez y las interacciones sociales.
Muchos factores a tener en cuenta
Las responsabilidades de la vida adulta, como el trabajo, la familia y las obligaciones cotidianas, a menudo relegan la amistad a un segundo plano, según los sociólogos.
El estudio "Problems with friends in old age" de Rosemary Blieszner y Rebecca G. Adams, también aborda las dimensiones problemáticas de las amistades en la vejez, revelando que los desafíos pueden surgir tanto de elementos estructurales internos como externos al dúo de amigos, así como de cambios en la interacción diaria.
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Este estudio resalta que, especialmente en adultos mayores, mantener amistades puede incluir navegar por dificultades continuas, aunque no siempre terminan dichas relaciones.
Este conjunto de factores demuestra que, aunque el deseo de conexión es universal, la capacidad de hacer y mantener amigos evoluciona y, a veces, disminuye con la edad.
Las redes de apoyo son una parte crucial de la vida y la experiencia humana. Como animales sociales, todos necesitamos de vez en cuando alguien que nos escuche, nos comprenda, nos cuente su manera de ver la vida o nos haga evadirnos de nuestros problemas.