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Las cosas a las que más está tardando en acostumbrarse esta española en Canadá: "No tienen la misma calidad"
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"PRIORIZAN MUCHO TRABAJAR"

Las cosas a las que más está tardando en acostumbrarse esta española en Canadá: "No tienen la misma calidad"

Los contrastes en horarios, clima y tradiciones resaltan las diferencias culturales entre países, mostrando cómo pequeños detalles pueden transformar por completo la experiencia de vida en un lugar nuevo

Foto: Foto: TikTok.
Foto: TikTok.

Elisa Díaz, una joven española que lleva un año viviendo en Canadá, ha compartido las dificultades culturales a las que se enfrenta en su nueva vida. A través de un vídeo, relata cómo estos pequeños detalles, a menudo invisibles para los locales, marcan una gran diferencia para alguien que llega de un país como España.

Uno de los mayores retos para Elisa son los horarios de las comidas, completamente diferentes a los españoles. “Aquí desayunan muy temprano, comen alrededor de las 12:30 o la 1:00, y cenan a las 6:30 o las 7:00. Yo no me acostumbro porque en España comemos a las 14:30 o las 15:00 y cenamos a las 21:30 o las 22:00”, explica. Además, asegura que desde su llegada tiene hambre constantemente, algo que atribuye tanto al cambio de horarios como al tipo de comida.

El valor que los canadienses otorgan al trabajo es otra de las diferencias que le ha llamado la atención. Según cuenta, “priorizan mucho trabajar, hacer dinero, pero no valoran tanto el tiempo libre o la calidad de vida. En España, después del trabajo solemos ir a un bar con amigos o simplemente a disfrutar del día”. Elisa confiesa que, aunque está aprendiendo a adaptarse, extraña esa costumbre de socializar tras el trabajo.

El clima no ha sido un aliado en este proceso de adaptación. La joven señala que el frío extremo y la nieve persistente dificultan encontrar momentos de calor como los que disfruta en los veranos españoles. “Aquí el verano llega tarde y no es tan caluroso como en España. Siempre tienes que llevar una chaquetita o sudadera”, comenta.

Otra de las tradiciones que más echa de menos es la de comprar el pan fresco diariamente. “Aquí hay panaderías, pero no tienen la misma calidad que las españolas. Echo en falta esa rutina de ir cada día a la panadería local y comprar una barra de pan o un dulce”, dice con nostalgia. También destaca la ausencia de tiendas pequeñas locales, tan comunes en España, donde puedes adquirir productos de cercanía con un trato más personal. Por último, Elisa pone de manifiesto lo difícil que es vivir sin la sobremesa, esa costumbre tan española de alargar las comidas charlando con amigos o familiares. “Aquí, en los restaurantes, enseguida te traen la cuenta, como si quisieran que te fueras rápido. Es algo que extraño mucho porque esas charlas son momentos únicos”, confiesa.

Elisa Díaz, una joven española que lleva un año viviendo en Canadá, ha compartido las dificultades culturales a las que se enfrenta en su nueva vida. A través de un vídeo, relata cómo estos pequeños detalles, a menudo invisibles para los locales, marcan una gran diferencia para alguien que llega de un país como España.

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