El comportamiento a simple vista inocente que destruye muchas relaciones de pareja: no lo hagas
La confianza puede romperse de formas inesperadas. Expertos alertan sobre el impacto de las mentiras, incluso las más pequeñas, en la conexión emocional y el bienestar
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Un hábito aparentemente trivial está erosionando las relaciones de pareja de forma constante: mentir, incluso en sus formas más pequeñas. Aunque las "mentiras piadosas" parecen inofensivas, investigaciones recientes demuestran que pueden tener un impacto devastador en la confianza, la intimidad y la satisfacción dentro de una relación.
La profesora de psicología Anita Kelly, de la Universidad de Notre Dame, lideró un estudio en 2012 que evaluó el efecto de las mentiras en la salud física, mental y en las relaciones. Los participantes, con edades entre los 18 y 71 años, se dividieron en dos grupos. Mientras que uno recibió instrucciones específicas para evitar cualquier tipo de mentira, el otro actuó como grupo de control sin restricciones. Durante el estudio, se emplearon pruebas de polígrafo para verificar la cantidad de mentiras contadas semanalmente y se recopilaron datos sobre el bienestar de los participantes.
El grupo que evitó mentir mostró mejoras notables en su salud. Según Kelly, estas personas reportaron sentirse menos tensas y melancólicas, además de experimentar menos problemas físicos como dolores de garganta y dolores de cabeza. El vínculo entre la honestidad y la mejora en la salud fue evidente: relaciones más sólidas y menos conflictos.
La necesidad de construir una narrativa falsa, gestionar emociones contradictorias y mantener la coherencia desgasta a nivel mental
Una investigación adicional publicada en Current Opinion in Psychology destacó cómo evitar las mentiras también reduce el estrés y la ansiedad, fomentando conexiones sociales más positivas. Esto se debe, en parte, a la ausencia de la presión que genera mantener una narrativa falsa, lo que impacta positivamente en la confianza mutua. Estudios como el publicado en Communications Psychology subrayan que incluso las pequeñas mentiras erosionan la confianza con el tiempo, generando inseguridad y obstaculizando la cercanía emocional. El coautor de este último estudio, Lijuan Wang, señaló que el fortalecimiento de las relaciones gracias a la sinceridad contribuye directamente a una mejor salud general.
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Además, investigaciones de 2013 explicaron que mentir conlleva un esfuerzo cognitivo mayor que decir la verdad. La necesidad de construir una narrativa falsa, gestionar emociones contradictorias y mantener la coherencia con versiones anteriores desgasta a nivel mental. A largo plazo, este proceso puede volverse más habitual, ya que el cerebro se adapta a la deshonestidad con la práctica constante. Los hallazgos sugieren que no mentir es menos complicado de lo que muchos piensan. La honestidad no solo preserva la confianza, sino que también crea un entorno donde las relaciones pueden prosperar y mantenerse saludables.
Un hábito aparentemente trivial está erosionando las relaciones de pareja de forma constante: mentir, incluso en sus formas más pequeñas. Aunque las "mentiras piadosas" parecen inofensivas, investigaciones recientes demuestran que pueden tener un impacto devastador en la confianza, la intimidad y la satisfacción dentro de una relación.