Por qué nunca deberías recalentar unos huevos ya cocidos en el microondas, además de estos otros alimentos

Recalentar sobras en el microondas es una solución rápida y cómoda, pero podría no ser la mejor opción para ciertos alimentos. Aunque este electrodoméstico es un recurso habitual en la mayoría de los hogares, los expertos advierten de sus limitaciones cuando se trata de garantizar una cocción uniforme. Estudios realizados por la Universidad Estatal de Michigan señalan que el microondas puede generar “puntos fríos” en los alimentos, lo que permite la supervivencia de bacterias dañinas, aumentando el riesgo de intoxicaciones alimentarias.

Este fenómeno ocurre porque el microondas no calienta desde el interior, sino que usa ondas para agitar las moléculas de agua y calentar los alimentos de manera desigual, lo que compromete tanto la seguridad como la calidad. Además, el calor intenso que emite puede resecar o sobrecocinar ciertas comidas, afectando su textura, sabor e incluso su valor nutricional.

El peligro de los huevos cocidos

Los huevos cocidos, reconocidos por su alto contenido proteico y practicidad, son uno de los alimentos que nunca deberían calentarse en el microondas. Amanda Holtzer, dietista registrada en Nueva Jersey, explica en The New York Post que este método genera presión y vapor dentro del huevo, lo que puede provocar una explosión cuando se corta o, peor aún, al morderlo. Este riesgo no solo compromete la experiencia culinaria, sino también la seguridad.

Alimentos ricos en vitamina C

Los alimentos ricos en vitamina C, como el brócoli, los pimientos, las bayas y las hojas verdes, también deberían evitarse en el microondas. Holtzer señaló que esta vitamina es extremadamente sensible al calor, por lo que al recalentar estos alimentos, su contenido nutritivo se degrada significativamente. Para preservar sus propiedades, se recomienda consumirlos crudos o cocinados con métodos menos agresivos.

El dilema del pollo y su textura

Aunque recalentar pollo no supone un riesgo desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, sí afecta su calidad. Holtzer destaca que los procesos de oxidación de las grasas, junto con la evaporación de la humedad durante el recalentamiento, alteran su sabor y textura. Una opción más recomendable es reutilizar el pollo frío en ensaladas o bocadillos.

El reto de recalentar pescado

El pescado, conocido por su delicada textura, no soporta bien el recalentamiento en microondas. Holtzer explica que el calor intenso provoca la pérdida de humedad, dando lugar a una textura seca y gomosa. Jim Nuetzi, chef, coincide al afirmar que el pescado se seca rápidamente en este proceso, afectando tanto su calidad como su sabor.

Carnes como la ternera

Los filetes de carne, especialmente los de alta calidad, también se ven perjudicados al recalentar en microondas. Nuetzi advirtió que este método tiende a sobrecocinar ciertas partes del filete mientras otras permanecen frías, lo que arruina su textura tierna y sabor original. Si es necesario recalentarlos, técnicas como el baño maría pueden ser opciones más efectivas para mantener su jugosidad.