El botón de la lavadora que tienes que pulsar si quieres dejar la ropa más seca de lo normal: muy pocos lo conocen

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Secar la ropa en invierno puede ser un auténtico desafío, sobre todo cuando las temperaturas descienden y la humedad se convierte en protagonista. Sin embargo, hay una solución práctica que no solo facilita este proceso, sino que también ayuda a ahorrar tiempo y energía. Se trata de un botón que muy pocos conocen y que cuenta con una función que muchos pasan por alto, aunque puede marcar la diferencia.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que los electrodomésticos representan más de la mitad del consumo energético en un hogar medio, con la lavadora, el frigorífico y la secadora entre los principales responsables. Por ello, cualquier acción que permita optimizar su uso tiene un impacto directo en la factura de la luz. En este sentido, aprovechar al máximo las funcionalidades de los aparatos es clave para mantener un hogar eficiente.

El botón de centrifugado no es un simple paso más del ciclo de lavado; su objetivo principal es eliminar la mayor cantidad de agua posible de las prendas antes de sacarlas de la lavadora. Cuanta menos humedad contengan, menos tiempo necesitarán para secarse, ya sea en un tendedero, sobre un radiador o en la secadora.

Una de las formas más efectivas de potenciar esta función es introducir una toalla seca junto con la ropa al activar el centrifugado. Este truco, popularizado en plataformas como TikTok por expertos en tareas del hogar, ha ganado adeptos por su sencillez y eficacia. El secreto radica en que la toalla actúa como un "absorbente extra", tal y como ha señalado la usuaria 'Fevashogar' en un vídeo.

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Según ha explicado en el vídeo, para obtener el mejor resultado, es importante seguir algunos pasos básicos:

1. Retira aproximadamente la mitad de la carga de ropa de la lavadora. Este espacio extra es crucial para permitir que la toalla y las prendas se mezclen correctamente.
2. Introduce una toalla grande y seca en el tambor. Asegúrate de que esté bien distribuida entre la ropa.
3. Vuelve a cargar las prendas que habías sacado previamente, entrelazándolas con la toalla.
4. Activa el programa de centrifugado. Lo ideal es utilizar una velocidad alta para maximizar la extracción de agua.

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El resultado es inmediato: la ropa saldrá visiblemente más seca, y el tiempo necesario para secarla se reducirá significativamente. Además, este método contribuye a disminuir el uso de secadoras o radiadores, lo que se traduce en un ahorro energético considerable.

Más allá de su practicidad, este sencillo ajuste tiene beneficios adicionales. En primer lugar, reduce el desgaste de las prendas, ya que al acortar el tiempo de exposición al calor o al sol, se evita que los tejidos sufran daños. Por otro lado, optimiza el tiempo de secado en interiores, algo especialmente útil en los meses de invierno.

También es una forma económica de enfrentar los retos del día a día sin recurrir a inversiones adicionales en electrodomésticos. Con solo una toalla y un buen uso del centrifugado, se pueden alcanzar resultados sorprendentes.