Qué es el 'Tech Shame': el nuevo fenómeno que la Generación Z sufre en el trabajo
Muchos miembros de la Generación Z ya forman parte del mundo laboral, enfrentándose a nuevos desafíos y expectativas tecnológicas
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La llegada de la Generación Z al mundo laboral, nacidos aproximadamente entre 1997-2010, está marcando un cambio significativo en la dinámica de las empresas. A diferencia de generaciones anteriores, estos jóvenes han crecido inmersos en un entorno digital altamente intuitivo, dominando con soltura redes sociales, aplicaciones móviles y dispositivos inteligentes. Sin embargo, esta destreza tecnológica no siempre se traduce en un manejo eficiente de herramientas tradicionales en la oficina, lo que ha dado lugar a un fenómeno emergente: el “Tech Shame”.
Como explican desde Astepahead, este término hace referencia a la vergüenza o inseguridad que experimentan los empleados más jóvenes cuando deben enfrentarse a dispositivos considerados básicos en el entorno laboral, como impresoras, escáneres o programas de gestión. Un estudio publicado en Tech Target reveló que el 48% de los graduados en 2022 se siente poco preparado en términos tecnológicos en su empleo.
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Además, un informe publicado en Business Insider indicó que el 20% de los trabajadores de esta generación se ha sentido juzgado por no saber manejar ciertos equipos, mientras que solo el 4% de otras generaciones comparte esta sensación.
El problema radica en la diferencia entre los dispositivos con los que crecieron estos jóvenes y los que se utilizan en el entorno laboral. Acostumbrados a interfaces simplificadas y accesibles desde teléfonos móviles, encuentran dificultades al interactuar con sistemas más complejos y menos intuitivos, como escáneres, impresoras y ordenadores. Esto genera una brecha que, lejos de ser una cuestión de falta de capacidad, responde a un cambio en la forma en que han aprendido a utilizar la tecnología.
Te digo ya que no saben usar bien el ordenador. Yo le he enseñado a compañeros de clase a usar control c, control v y a simplemente buscar información en Google
— Naid (@naid__art) October 8, 2024
Un estigma generacional en el entorno laboral
El “Tech Shame” no solo refleja una falta de experiencia con herramientas tradicionales, sino que también pone de manifiesto la presión social a la que se enfrentan los jóvenes profesionales, incluso cuando aún se encuentran en las aulas. Existe una expectativa generalizada de que la Generación Z debe ser experta en cualquier tecnología, lo que provoca que muchos eviten pedir ayuda por miedo a ser percibidos como incompetentes.
Este fenómeno ha llevado a situaciones en las que los empleados más jóvenes prefieren buscar soluciones por su cuenta en internet antes que preguntar a un colega o supervisor. En muchos casos, recurren a tutoriales o foros en línea en lugar de pedir asesoramiento directo, lo que puede dificultar la integración y la comunicación dentro del equipo de trabajo.
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¿Por qué los dispositivos de oficina generan dificultades?
Aunque los centennials está familiarizada con la tecnología, su conocimiento está centrado en dispositivos con los que interactuaron en su vida diaria. Durante su formación, el uso de impresoras, ordenadores, programas de gestión o escáneres no fue una necesidad habitual, ya que el acceso a estos equipos en el hogar disminuyó con el tiempo. Además, el auge del formato digital y la facilidad de compartir documentos online ha reducido la dependencia de estos dispositivos.
Las redes sociales y aplicaciones móviles han acostumbrado a los jóvenes a interfaces intuitivas, diseñadas para facilitar su uso sin necesidad de formación previa. En contraste, muchos sistemas utilizados en oficinas mantienen estructuras más complejas, lo que genera una barrera de aprendizaje para quienes no han tenido contacto previo con ellos.
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Cómo abordar el "Tech Shame" en las empresas
Ante este escenario, es fundamental que las empresas adopten estrategias que permitan una integración más fluida de los jóvenes profesionales. La implementación de programas de formación básica en herramientas de oficina y la promoción de un ambiente de aprendizaje sin juicios pueden contribuir a reducir la ansiedad generada por el “Tech Shame”.
Además, fomentar una cultura de mentoría intergeneracional puede ser clave para mejorar la confianza de los empleados jóvenes. Los trabajadores con más experiencia pueden desempeñar un papel fundamental en la orientación de las nuevas incorporaciones, promoviendo un entorno colaborativo en el que se normalice el proceso de aprendizaje.
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La llegada de la Generación Z al mundo laboral, nacidos aproximadamente entre 1997-2010, está marcando un cambio significativo en la dinámica de las empresas. A diferencia de generaciones anteriores, estos jóvenes han crecido inmersos en un entorno digital altamente intuitivo, dominando con soltura redes sociales, aplicaciones móviles y dispositivos inteligentes. Sin embargo, esta destreza tecnológica no siempre se traduce en un manejo eficiente de herramientas tradicionales en la oficina, lo que ha dado lugar a un fenómeno emergente: el “Tech Shame”.