El truco para eliminar las manchas amarillas de tu almohada sin meterla en la lavadora
Para este método solo necesitas dos productos que seguro ya tienes en casa
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Limpiar las almohadas es una tarea esencial para garantizar la higiene y prevenir problemas de salud. Con el tiempo, estos elementos acumulan bacterias, ácaros, sudor, saliva y aceites corporales que no solo resultan desagradables, sino que también pueden provocar alergias e irritaciones en la piel y empeorar el acné. Un estudio realizado por la compañía estadounidense Amerisleep, especializada en productos para el hogar, destacó que una almohada que no se limpia adecuadamente puede contener cerca de 3 millones de bacterias, una cifra que supera en aproximadamente 17.400 veces la cantidad de microorganismos encontrados en un inodoro estándar.
Los expertos recomiendan lavar las almohadas entre dos y tres veces al año, aunque la frecuencia puede variar dependiendo de factores como el sudor excesivo o la ausencia de fundas protectoras. Es igualmente importante realizar una limpieza adecuada tras recuperarse de una enfermedad para eliminar posibles patógenos. Sin embargo, no todas las almohadas son aptas para su desinfección en lavadora, especialmente aquellas fabricadas con materiales delicados como la espuma viscoelástica o el látex.
El elevado coste energético y la delicadeza de ciertos materiales han llevado a muchos a buscar alternativas económicas y seguras para mantener limpias las almohadas. Existe un método sencillo y asequible que permite eliminar manchas y olores sin necesidad de utilizar la lavadora. Para este truco solo necesitas dos productos que seguro ya tienes en casa: bicarbonato sódico y vinagre blanco.
El truco para limpiar almohadas sin lavadora
Para comenzar, retira las fundas o protectores de las almohadas. Después, espolvorea generosamente bicarbonato sódico sobre ambos lados de la almohada. A continuación, prepara una solución mezclando partes iguales de agua y vinagre blanco en un pulverizador y rocía la superficie del bicarbonato con esta mezcla.
Deja que la mezcla actúe durante al menos media hora. Luego, utiliza un cepillo para tapicerías o un aspirador para retirar el bicarbonato y los restos de suciedad. Si el clima lo permite, airea las almohadas al aire libre para aprovechar las propiedades desinfectantes naturales de los rayos de sol y eliminar posibles olores persistentes.
Este truco no solo es eficiente, sino también respetuoso con materiales delicados que podrían dañarse en una lavadora. Con esta técnica, no hay excusa para descuidar la higiene de las almohadas. Mantenerlas limpias es esencial para garantizar un descanso saludable y prevenir posibles problemas de salud asociados con la acumulación de bacterias y alérgenos.
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Limpiar las almohadas es una tarea esencial para garantizar la higiene y prevenir problemas de salud. Con el tiempo, estos elementos acumulan bacterias, ácaros, sudor, saliva y aceites corporales que no solo resultan desagradables, sino que también pueden provocar alergias e irritaciones en la piel y empeorar el acné. Un estudio realizado por la compañía estadounidense Amerisleep, especializada en productos para el hogar, destacó que una almohada que no se limpia adecuadamente puede contener cerca de 3 millones de bacterias, una cifra que supera en aproximadamente 17.400 veces la cantidad de microorganismos encontrados en un inodoro estándar.
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