El truco viral del papel de aluminio y el cartón para no perder el calor de los radiadores este invierno

• El sencillo truco para tener los radiadores impolutos y preparados para el mal tiempo (y sin gastar nada)
• El sencillo truco (y sin coste alguno) para deshacerte del polvo del interior de tu radiador antes de ponerlo a punto

Asegurar el buen funcionamiento de los radiadores durante los meses de frío no solo contribuye al confort del hogar, sino que también ayuda a optimizar el consumo energético. Purgarlos antes de que las temperaturas caigan en picado es un paso imprescindible para eliminar el aire atrapado que provoca ruidos y reduce la eficiencia. Esta tarea sencilla puede marcar la diferencia entre un invierno cálido y facturas más abultadas de lo necesario.

Otro aspecto importante es el mantenimiento interno de los radiadores. La acumulación de residuos en su interior puede bloquear la correcta circulación del agua caliente, generando zonas frías en el aparato. Una limpieza química, utilizando productos específicos disponibles en ferreterías, elimina restos como barro y pequeñas partículas, asegurando una mejor distribución del calor. Este procedimiento, aunque requiere desmontar el radiador, puede realizarse con facilidad siguiendo las instrucciones del fabricante o con ayuda profesional.

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P. Díaz

Además de purgar y limpiar, cuidar la instalación externa de los radiadores también tiene impacto en su rendimiento. El calor perdido a través de las paredes es un problema común en muchos hogares, pero existen trucos caseros que pueden minimizarlo. Uno de ellos, que ha ganado popularidad por su sencillez y efectividad, es el uso de papel de aluminio y cartón como aislante térmico.

El truco para aprovechar el calor de losradiadores

Este método, conocido como el truco del papel de aluminio y el cartón, se ha hecho viral en redes sociales, convertido en un aliado para mejorar la eficiencia de los radiadores y reducir el consumo energético.

Su objetivo es reflejar el calor hacia la habitación, evitando que se pierda a través de las paredes. Para ponerlo en práctica, solo necesitarás dos materiales que probablemente ya tienes en casa.

1. Preparar los materiales: toma un trozo de cartón del tamaño aproximado del radiador. Corta el papel de aluminio de forma que puedas cubrir completamente una de las caras del cartón. Asegúrate de que el lado brillante del aluminio quede expuesto hacia la habitación, ya que es el encargado de reflejar el calor.
2. Montar la pantalla térmica: pega el papel de aluminio al cartón utilizando cinta adhesiva, asegurándote de que no queden zonas descubiertas. Esta pantalla reflectante será la barrera que impedirá que el calor se disipe por la pared. Es importante trabajar sobre una superficie limpia para garantizar una buena adherencia.
3. Colocar detrás del radiador: una vez lista la pantalla, colócala entre el radiador y la pared con el aluminio orientado hacia la estancia. Si es necesario, utiliza cinta adhesiva para fijarla y evitar que se deslice. Esta disposición asegura que el calor sea redirigido al interior de la habitación, calentando el espacio de forma más uniforme y eficiente.

El impacto de este truco no solo se nota en el confort del hogar, sino también en el bolsillo, ya que ayuda a mantener la temperatura deseada sin necesidad de aumentar el uso de la calefacción. La capacidad reflectante del papel de aluminio contribuye a que el calor se distribuya mejor, reduciendo la pérdida energética y maximizando el rendimiento de los radiadores. Esta sencilla solución es una gran aliada para hacer frente al frío mientras cuidas del consumo energético.