Diez trucos rápidos para que tu casa conserve mejor el calor y ahorrar en la factura

• Adiós a la cal: el truco definitivo para que tus copas de vino brillen tras las fiestas navideñas
• ¿Cómo sanear o repicar el aloe vera que tienes en casa? Un experto de Bricomanía responde

En pleno invierno, mantener el calor en casa sin disparar la factura es una prioridad. Aunque abrigarse más es una solución inmediata, no siempre es suficiente. Implementar pequeños cambios puede marcar una gran diferencia. Con tan solo diez trucos fáciles y rápidos que puedes aplicar en menos de un minuto para mantener tu hogar más cálido y reducir los gastos de calefacción.

TE PUEDE INTERESAR

Si quieres que tu campana extractora quede reluciente, este es el truco definitivo

V. G.

Uno de los primeros pasos es optimizar tus radiadores. Purgarlos regularmente elimina el aire atrapado que reduce su eficiencia, permitiendo que calienten de forma uniforme. Para maximizar su rendimiento, coloca láminas reflectoras detrás de los radiadores. Estas láminas devuelven el calor hacia la habitación en lugar de permitir que se pierda a través de las paredes.

Controlar la temperatura de tu hogar de manera inteligente es otro punto clave. Instala válvulas termostáticas en los radiadores y programa tu termostato para que funcione solo cuando sea necesario. Esto evita desperdiciar calor en horarios en los que no estás en casa y asegura un consumo energético más eficiente.

Aprovecha las cortinas y muebles a tu favor. Cierra cortinas y persianas al anochecer para conservar el calor acumulado durante el día. Además, evita colocar muebles frente a los radiadores, ya que estos absorben el calor y dificultan que se distribuya por la habitación de manera uniforme.

El buen aislamiento del hogar es fundamental. Aísla paredes, tuberías y el techo si es posible, y sella las corrientes de aire alrededor de puertas y ventanas. Pequeñas inversiones en aislamiento pueden generar grandes ahorros a largo plazo y un hogar más cálido durante el invierno.

Para los suelos fríos, un buen alfombrado es esencial. Colocar alfombras no solo añade un toque acogedor, sino que también actúa como barrera térmica, manteniendo tus pies cálidos y reduciendo la pérdida de calor a través del suelo.

Finalmente, aprovecha el calor residual en casa. Deja la puerta del horno abierta tras cocinar para que el calor se disperse en la cocina, y no subestimes el poder de las capas: usar calcetines adicionales o ropa térmica también contribuye a conservar el calor corporal.