Adiós a la suciedad del microondas: los trucos caseros y rápidos para dejarlo impoluto

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Las Navidades son épocas que, entre muchos elementos, son típicas las comidas y cenas abundantes en los que varios comensales disfrutan de una velada sin igual en todo el año. Si bien dichos banquetes resultan agradables para la mayoría de asistentes, la experiencia puede cambiar radicalmente si adoptamos el papel de anfitriones en la misma, ya que debemos asegurarnos de que todo esté listo.

Esta responsabilidad no solo incluye el hecho de preparar todos los platos y alimentos de manera correcta, sino que, tras la sesión pertinente, debemos limpiar todos los materiales y utensilios empleados en los mismos. Si bien algunos electrodomésticos pueden favorecernos la tarea enormemente, otros nos sumarán más trabajo en su limpieza.

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Es el caso del microondas. Y es que en estas comidas es habitual hacer uso de este para calentar diferentes platos antes de servirlos a la temperatura ideal. Sin embargo, esto conlleva que la suciedad proveniente de los mismos acabe impregnada en su interior, deteriorando el aparato hasta que este pueda quedar inservible.

Limpieza rápida y sencilla

No obstante, podemos impedir que esto ocurra gracias a algunos sencillos trucos caseros que resultan muy fáciles de efectuar. Lo primero que debemos tener en cuenta es la frecuencia con la que limpiar nuestro microondas. Si bien lo ideal sería pasar un paño de microfibra húmedo cada vez que se utilice, lo cierto es que no siempre disponemos del tiempo ni la motivación para hacerlo.

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En este sentido, lo más recomendable es lavarlo una vez por semana, de manera que la suciedad no se acumule en grandes cantidades que puedan deteriorar el dispositivo. En cuanto a la solución limpiadora, podremos recurrir a una mezcla de vinagre blanco y agua en un recipiente. Al introducirla en su interior y activarlo durante tres minutos, el vapor que emanará ayudará a que los restos de suciedad se desprendan con facilidad, rematando el proceso con un trapo.

Por último, deberemos ocuparnos de la superficie exterior del microondas. Para ello emplearemos una solución de agua y bicarbonato de sodio junto a un paño húmedo que pasaremos por el mismo una vez que lo hayamos desenchufado. Gracias a estos trucos, nuestro microondas sobrevivirá a las comidas y cenas navideñas sin ningún rastro de suciedad.