Así ha quedado el cuerpo de este culturista tras perder todo su músculo

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El culturismo es una disciplina que exige un compromiso total tanto físico como mental. Quienes practican este deporte dedican años a esculpir sus cuerpos a través de entrenamientos exigentes, una dieta meticulosa y una estricta planificación. El objetivo no es solo ganar masa muscular, sino también lograr una definición extrema y una simetría perfecta que impresione tanto al jurado como al público durante las competiciones.

La nutrición desempeña un papel central en el estilo de vida de los culturistas. Su dieta se basa en un consumo elevado de proteínas, esenciales para la construcción muscular, acompañado de carbohidratos que se distribuyen estratégicamente para aportar energía y grasas saludables que apoyan funciones metabólicas y hormonales. Además, el uso de suplementos como creatina, aminoácidos y proteínas en polvo es común para maximizar los resultados del entrenamiento y acelerar la recuperación muscular.

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P. Díaz

Competir en culturismo no es algo que se alcance de la noche a la mañana. Requiere años de entrenamiento consistente y de seguir una rutina alimenticia adaptada a los objetivos específicos de cada etapa. Durante la fase de volumen, se busca ganar masa muscular, mientras que en la de definición se reduce el porcentaje de grasa corporal para que los músculos estén lo más marcados posible.

El proceso incluye también aprender técnicas de poses que destacan los mejores aspectos del físico de cada atleta y someterse a ajustes finales en la dieta y deshidratación en los días previos al evento.

La cuenta de TikTok @martostime ha compartido imágenes recientes de Roelly Winklaar, mostrando cómo se ha transformado su cuerpo y generando un debate sobre los efectos del culturismo a largo plazo.

Cuando los culturistas dejan de competir o hacen parones, sus cuerpos suelen experimentar cambios notables. La reducción en la intensidad de los entrenamientos y un enfoque menos riguroso en la dieta provocan, de manera natural, una pérdida de masa muscular y, en algunos casos, un aumento en el porcentaje de grasa corporal. Este proceso es inevitable para muchos, ya que mantener un físico de competición requiere un esfuerzo insostenible a largo plazo.