Los mejores consejos para mantener tus manteles limpios y protegidos durante las comidas y cenas de Navidad

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Las Navidades se encuentran a la vuelta de la esquina, lo que suele ser sinónimo de reuniones familiares en las que celebrar y repartirse los regalos es la norma principal. Es por ello que la mejor manera de festejar este tipo de eventos es mediante comidas y cenas en las que las exquisitas recetas no pueden faltar para deleitar a todos los comensales.

No obstante, la peor parte viene cuando toca realizar la limpieza de todos los cubiertos y utensilios empleados en el banquete, lo que nos puede llevar bastante tiempo y esfuerzo en algunos casos. En este sentido, uno de los elementos más afectados en esta clase de eventos son, sin duda, los manteles. Sobre dicha prenda se apoyan la mayor parte de platos que los invitados van a degustar y es muy común que acabe acumulando una gran cantidad de suciedad.

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Si bien poseen la función principal de proteger la superficie de la mesa de cualquier tipo de residuo, una excesiva aglutinación de los mismos puede acabar por deteriorarlos por completo. Es por ello que existen multitud de trucos de limpieza caseros para deshacernos de las manchas más complejas de eliminar y que estos vuelvan a lucir frescos y renovados.

Efectividad casera

Lo primero de lo que debemos asegurarnos a la hora de lavar nuestros manteles es de que la suciedad no permanezca adherida a su tela durante demasiado tiempo. Es por ello que conviene recurrir a una mezcla de detergente suave y agua para tratar todo tipo de manchas, especialmente las más persistentes. Tras dejarlo reposar unos minutos, frotaremos dichos restos con un cepillo suave o una esponja para finalmente enjuagarlo con un poco de agua.

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Alexandra Benito

Por otro lado, si nuestro mantel no requiere de una limpieza exhaustiva, bastará con un programa de la lavadora, el cual se nos recomendará en sus instrucciones, para devolverle su frescura. En caso de emplear este método, es bueno saber que la utilización de algunos detergentes domésticos puede deteriorar el material de la tela, por lo que recurrir al agua tibia será más que suficiente en ciertas circunstancias.

Una de las advertencias más importantes durante el lavado del mantel es la de no hacer uso de la secadora para eliminar la humedad, ya que podría afectar a su forma y color. Es preferible exponerlo a la intemperie para que este se seque de manera natural. Por último, le ofreceremos una capa de refuerzo mediante la aplicación de una ligera dosis de almidón. Esta sustancia, junto a un proceso de planchado antes de guardarlo para la próxima comida, nos proporcionará un mantel fresco y preparado para nuestro próximo evento familiar.