La desconocida joya a cinco minutos del barrio Trastevere que no te puedes perder si viajas a Roma

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El conocido barrio del Trastevere en Roma, famoso por sus calles empedradas y su atmósfera bohemia, esconde un lugar que pocos visitantes descubren. A tan solo cinco minutos, se encuentra la impresionante Basílica de San Crisogno, un enclave que combina historia, arte y espiritualidad.

Ricardo, un apasionado de la ciudad eterna, ha compartido un recorrido detallado hacia este sitio único. Según explica, "lo que realmente hace única esta basílica son sus subterráneos situados cinco metros bajo tierra, donde encontramos los restos de la iglesia original del año 300 d.C.". Estas palabras reflejan la relevancia de este lugar para los amantes de la historia.

Cómo llegar a la Basílica de San Crisogno

El acceso es sencillo y está al alcance de cualquier visitante. Partiendo desde la Plaza Trilussa, basta con caminar unos minutos en línea recta, girar a la derecha en el semáforo y seguir por una calle que lleva directamente a esta joya arquitectónica. Este corto trayecto te introduce a un espacio que esconde siglos de historia entre sus muros.

Sobresale el monumento funerario del cardenal Fausto Poli, una obra del prestigioso artista Gian Lorenzo Bernini

La estructura actual de la basílica data del siglo XII, destacando por su estilo románico, al que se sumaron elementos barrocos en el siglo XVII. En su interior, sobresale el monumento funerario del cardenal Fausto Poli, una obra del prestigioso artista Gian Lorenzo Bernini. Sin embargo, es bajo tierra donde se encuentra el verdadero tesoro histórico.

Un viaje al pasado bajo tierra

Los subterráneos de la Basílica de San Crisogno conservan los restos de una iglesia original, edificada en el año 300 d.C., que a su vez se construyó sobre una casa romana del siglo II d.C. Este complejo arqueológico ofrece un recorrido único, donde cada paso revela frescos con vivos colores y escenas que representan a figuras como San Crisogono y San Benito. Entre las representaciones más destacadas, se encuentra una escena donde San Benito cura a un enfermo.

Este espacio, preservado bajo el nivel del suelo, invita a reflexionar sobre los múltiples estratos históricos que conviven en la ciudad de Roma.

Una visita imprescindible para los viajeros

La Basílica de San Crisogno ofrece una experiencia única, que combina siglos de arquitectura, espiritualidad y arte. Este lugar no solo permite admirar la riqueza del pasado, sino que también invita a descubrir una faceta menos conocida de la ciudad eterna. Si planeas un viaje a Roma, este enclave promete convertirse en una parada inolvidable que va más allá de los recorridos turísticos habituales.