¿Apagar y encender la calefacción o dejarla al mínimo? Esta es la opción con la que más ahorrarás en tu factura
Las bajas temperaturas obligan a mantener el hogar cálido, pero hacerlo de forma eficiente es clave para evitar un impacto significativo en el presupuesto familiar
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El aumento de los precios de la energía ha provocado que la factura de la calefacción se convierta en una de las mayores preocupaciones económicas de los hogares durante el invierno. Las bajas temperaturas obligan a mantener el hogar cálido, pero hacerlo de forma eficiente es clave para evitar un impacto significativo en el presupuesto familiar. Y aquí entra el siguiente dilema: ¿qué es más económico, apagar la calefacción cuando no se utiliza o dejarla al mínimo de forma continua?
Para mantener el calor en casa sin que la factura energética se dispare es esencial entender cuál es la opción más eficiente, así como seguir otros consejos a la hora de usar radiadores y otros tipos de calefacción.
La opción más eficiente
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), “lo más recomendable es ajustar el encendido de la calefacción al horario real de ocupación de las viviendas”. Esto implica que apagarla por completo cuando no se esté en casa y encenderla únicamente al regresar puede resultar más eficiente que mantenerla encendida de manera constante, incluso a temperaturas bajas. Este método no solo reduce el consumo energético, sino que también disminuye el impacto medioambiental asociado a las emisiones de CO2.
Los expertos del IDAE también recomiendan fijar el termostato entre 20 °C y 21 °C durante el día, una temperatura suficiente para mantener el confort. En los dormitorios, esta puede reducirse a entre 15 °C y 17 °C durante la noche, ya que el uso de ropa de cama adecuada proporciona el calor necesario para un descanso confortable. Es importante recordar que cada grado adicional en el termostato incrementa el consumo energético en un 7%, lo que se traduce en un aumento significativo en la factura. Además, hábitos sencillos como cerrar las persianas y correr las cortinas al caer la noche ayudan a conservar el calor generado en el hogar.
El mantenimiento de los sistemas de calefacción
Para garantizar un funcionamiento eficiente de la calefacción, es fundamental realizar un adecuado mantenimiento del sistema. Antes de cada temporada de frío, se debe purgar el aire acumulado en los radiadores, ya que este puede obstaculizar la correcta transmisión del calor. Asimismo, revisar periódicamente la caldera puede suponer un ahorro de hasta un 15% en el consumo total de energía.
Otro aspecto a tener en cuenta es la ubicación y cuidado de los radiadores. Estos no deben estar cubiertos ni obstruidos por muebles o ropa, ya que esto limita la difusión del calor. Si los radiadores están en huecos o hornacinas, se pueden instalar paneles reflectantes detrás de ellos para redirigir el calor hacia el interior de la habitación, maximizando su eficiencia.
La importancia del aislamiento en el hogar
El aislamiento térmico de la vivienda desempeña un papel crucial en la reducción de pérdidas de calor. Según el IDAE, entre el 25% y el 30% del calor generado en los hogares se pierde a través de las ventanas. La instalación de sistemas de doble cristal o de carpinterías con rotura de puente térmico puede reducir estas pérdidas a la mitad, mejorando la eficiencia y el confort.
Además, sellar adecuadamente los cajetines de las persianas y emplear materiales aislantes en marcos de ventanas y puertas ayuda a minimizar las filtraciones de aire. Estas mejoras estructurales, combinadas con un uso inteligente de la calefacción, contribuyen significativamente al ahorro energético y al cuidado del medio ambiente.
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