Fuga masiva de 132 hámsteres en la bodega de un avión comercial portugués que quedó inmovilizado cinco días

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Un insólito incidente a bordo de un avión de TAP Air Portugal se ha convertido en noticia viral tras la fuga de 132 hámsteres que viajaban en la bodega de carga. El vuelo, que partió de Lisboa con destino a las Azores, transportaba animales para una tienda de mascotas local. Al aterrizar en Ponta Delgada, los trabajadores de equipaje encontraron las cajas dañadas y los pequeños roedores sueltos, lo que generó una frenética operación de búsqueda que dejó al avión inmovilizado durante cinco días.

El inesperado suceso provocó que el Airbus A320 quedara inmovilizado mientras los equipos de mantenimiento trataban de localizar a decenas de diminutos fugitivos. Los trabajadores aeroportuarios usaron linternas y guantes para evitar mordeduras mientras intentaban atrapar a los hámsteres, algunos de los cuales encontraron refugio en los rincones más recónditos de la aeronave. La situación despertó una oleada de comentarios en redes sociales, desde memes hasta paralelismos humorísticos con películas como Serpientes en el avión (2006).

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El Confidencial

Aunque la aerolínea TAP aún no ha emitido un comunicado oficial, los usuarios en plataformas como X (antes Twitter) no han dejado pasar la oportunidad para hacer bromas, con comentarios como “¿Era este vuelo directo a Hamsterdam?”. El incidente ha captado tanto interés que incluso inspiró diseños ficticios de carteles de películas protagonizadas por los “guardianes de la bodega de carga”. No obstante, otros usuarios comenzaron a cuestionar las medidas de transporte de animales y especular sobre el destino final de los roedores.

¿Por qué escaparon y qué consecuencias tuvo?

La fuga se atribuye a que las jaulas no cumplían con los estándares de transporte. Según fuentes locales, el envío ya había sido rechazado en un vuelo anterior por esta razón, pero fue aceptado en el siguiente sin las correcciones necesarias. Una vez en el aire, las jaulas se rompieron debido a la manipulación o a la actividad de los animales, permitiendo que los 132 hámsteres se dispersaran por el área de carga.

La operación de recaptura fue exhaustiva y duró cinco días, durante los cuales se inmovilizó el avión. La búsqueda incluyó revisar cables y espacios de difícil acceso, ya que la necesidad natural de los hámsteres de roer podría haber causado daños serios en el sistema eléctrico de la aeronave. Este riesgo obligó a los equipos de mantenimiento a actuar con extrema cautela.

La recaptura de los roedores fue exhaustiva y duró cinco días en los que el avión quedó completamente inmovilizado

El incidente puso de relieve la importancia de cumplir con los estándares de transporte de animales en vuelos comerciales. Además, generó un debate sobre los peligros que pueden representar los animales pequeños, como roedores, para la seguridad de los aviones. Aunque el Airbus afectado ya ha vuelto a Lisboa, el caso sigue siendo un recordatorio de cómo incluso los incidentes más inusuales pueden alterar significativamente las operaciones de vuelo.