Un profesor de Lengua arremete contra la forma de corregir exámenes de algunos docentes: "No te da derecho a humillar a un alumno"

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Cada país, cada centro educativo y cada profesor utiliza sus métodos para enseñar a los estudiantes. Sin duda, la educación define mucho el avance de la sociedad y los países nórdicos sirven de ejemplo al resto del mundo por tener uno de los mejores sistemas. Aunque si nos fijamos en los resultados de los alumnos, Singapur se coloca en primer lugar, según el último informe internacional PISA.

El modelo educativo español sigue siendo motivo de debate, sobre todo por su prueba de acceso a la universidad. Las materias, los exámenes y las técnicas de algunos docentes también están en el foco de las críticas. Un profesor de Lengua Castellana en un colegio público ha avivado la polémica tras arremeter con la forma de corregir que tienen los maestros en las aulas.

"Violencia verbal"

Alejandro, Doctor en Lenguas y Culturas, ha compartido un examen de un alumno y las correcciones de su profesor, que califica como “violencia verbal”. En la imagen se ven indicaciones como “muy mal”, “fatal”, “esto no se pone ni en 2º de ESO”. En su valoración final, señala que el estudiante tiene “un nivel de conceptualización y de expresión anormalmente bajo para estar en 2º de Bachillerato”.

El profesor de Lengua se ha mostrado indignado en redes con esta evaluación: “Esto es para llevarlo a inspección del tirón. Si me estás leyendo y haces este tipo de correcciones, háztelo mirar con urgencia”.

Aunque a muchos la corrección no les parece acertada y califican de “vergonzosa”, otros profesores han señalado que es “desesperante leer un examen de 2° de Bachiller y encontrarte un nivel de redacción de primaria”. “Mejor saberlo a mediados de curso que dejarlo pasar y que el chaval tenga un disgusto en selectividad”, indicaba un usuario. “Una cosa es no estudiar, y otra, estar en 2º de bachillerato sin saber escribir”, comentaba otro.

Alejandro ha respondido a quienes defienden esta forma de enseñar: “Estas correcciones son fruto de una frustración con un sistema que permite que el alumnado siga su curso mientras se reduce la exigencia, sí, pero eso no te da derecho a humillar a un alumno”. “Es preferible hacer una corrección constructiva que humillar”, añade.