Adiós a la suciedad de tu televisor con estos trucos caseros que evitarán que rayes la pantalla en el proceso

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Algunas de las tareas del hogar pueden provocarnos auténticos quebraderos de cabeza. El mantenimiento de una vivienda pasa por mantener cada una de las estancias en las mejores condiciones de limpieza posible. Y es que la suciedad se va acumulando progresivamente en cada uno de los rincones, deteriorando poco a poco su bienestar.

Uno de los electrodomésticos que más entretenimiento nos ofrece en nuestra vida diaria es, sin duda, el televisor. Desde nuestras películas y series favoritas hasta el próximo partido de nuestro equipo deportivo estrella, en este podemos ver gran cantidad de contenidos audiovisuales desde la comodidad que nos ofrece nuestro propio hogar.

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Sin embargo, disponer de uno de estos dispositivos en casa requiere de una limpieza regular del mismo, puesto que los aparatos electrónicos son especialmente sensibles contra la aglutinación del polvo. Por otro lado, si procedemos a retirar los residuos que quedan adheridos a estos, debemos actuar con cuidado de no dañar ninguno de sus componentes de forma permanente. Para ello, existen algunos trucos caseros que nos ayudarán a conservar nuestras televisiones en buen estado.

Limpieza sensible y precisa

El primer elemento que más destaca de todos los que definen una televisión es, indudablemente, la pantalla. No obstante, también es la que más suciedad acumula debido a su exposición al entorno en el que se encuentra. Por lo que lo más recomendable es tratar de mantenerla impoluta una vez a la semana como mínimo.

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Antes de limpiar, debemos tener en cuenta que el material de las pantallas es especialmente sensible. Por lo que, si no empleamos los utensilios de limpieza adecuados, no será extraño generar rayaduras en su superficie, dañándolas de forma permanente. Es por ello que debemos utilizar un paño de microfibra para retirar los residuos que han quedado adheridos a la misma.

Una vez retirado el polvo superficial, podremos limpiar las manchas de grasa, las cuales son muy frecuentes si tocamos las pantallas con los dedos. Para ello, humedeceremos un paño con agua, evitando cualquier producto de limpieza que contenga amoníaco, alcohol o acetona en su composición. Además, jamás rociaremos el líquido directamente sobre el dispositivo, ya que podemos afectar severamente a su funcionamiento. Tras esto, ya solo nos quedará limpiar los bordes, con cuidado de los botones que el modelo de nuestra televisión pueda disponer. Es por ello que se recomienda llevar a cabo el proceso de limpieza con el aparato desenchufado.