Las 5 partes del baño que siempre se quedan sin limpiar (y no deberían)

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Al limpiar el baño, a menudo nos enfocamos en las superficies visibles, como la bañera, el lavabo y el suelo. Sin embargo, algunos rincones menos evidentes tienden a acumular gérmenes y suciedad que pueden afectar la higiene general del espacio. Al ignorar estos lugares, incluso una limpieza profunda puede quedar incompleta.

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Estos lugares suelen pasarse por alto porque, al ser objetos o superficies pequeñas, parece que no requieren tanta atención. Sin embargo, las bacterias pueden proliferar en estos sitios y, si no se les da el mantenimiento adecuado, pueden generar olores y hasta afectar la salud. Con solo dedicarles unos minutos a la semana, se puede mantener el baño fresco y libre de gérmenes.

Portacepillos de dientes

Uno de los elementos más olvidados es el portacepillos de dientes. Al usar el cepillo diariamente, se generan goteos de agua y restos de pasta dental que pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias. Para mantenerlo limpio, es recomendable sumergir el portacepillos en una mezcla de bicarbonato de sodio y agua caliente. Dejarlo reposar unos minutos y luego enjuagarlo garantiza que este accesorio esté libre de residuos.

Escobilla

Otro rincón que merece atención es la escobilla del inodoro y su soporte. Aunque se usa para limpiar, también acumula humedad y residuos de gérmenes. Limpiarlo semanalmente con bicarbonato de sodio y agua caliente evita malos olores y asegura su efectividad. Es una forma rápida de desinfectar y de eliminar las bacterias que se puedan adherir al soporte del cepillo.

Asiento del inodoro

El asiento del inodoro también necesita atención especial. Una opción efectiva para su limpieza es usar vapor caliente, ya que elimina bacterias y facilita la remoción de manchas difíciles. Aplicar esta técnica una vez a la semana ayuda a mantener el asiento libre de gérmenes y prolonga su durabilidad, sin necesidad de productos químicos agresivos.

Perímetro del váter

A menudo, el área alrededor del inodoro es otro punto olvidado. Aquí, los gérmenes y la humedad se acumulan en el suelo y los bordes. Una buena práctica es limpiar estas zonas con lejía para desinfectar, seguida de un enjuague con agua fría. Esta técnica ayuda a combatir malos olores y a mantener un ambiente fresco en el baño.

Sumidero

Por último, el sumidero también merece una limpieza regular para eliminar la acumulación de pasta de dientes, jabones y otros residuos. Utilizar una mezcla de bicarbonato de sodio con agua caliente (añadiendo vinagre opcionalmente) cada dos semanas es una forma eficaz de mantener el área fresca y libre de bacterias. Con estos simples cuidados, el baño permanecerá limpio, higiénico y saludable.