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Que son las relaciones kármicas y cómo saber si la estás viviendo
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VIDAS PASADAS

Que son las relaciones kármicas y cómo saber si la estás viviendo

La creencia en vidas pasadas está cada vez más de moda y son muchos los que defienden que todo lo que nos ocurre responde a un propósito

Foto: Una relación, un propósito (cottonbro studio para Pexels)
Una relación, un propósito (cottonbro studio para Pexels)

Desde el budismo y el hinduismo nos llega un concepto cada vez más asimilado en nuestros días y que remite a la importancia de las vidas pasadas en nuestra propia vida. Esta creencia cristaliza en una visión de nuestra existencia en la que todo parece supeditado al crecimiento personal, resultando cada experiencia vivida en un aprendizaje para nuestra alma.

A este respecto, el karma se refiere a la energía que se crea como consecuencia de las acciones que lleva a cabo una persona, buenas o malas, y que tendrá un eco en reencarnaciones posteriores, en las que deberá, merced a las experiencias vividas, acercarse a la perfección. Así, esta suerte de ley de causa y efecto, se hace efectiva en la totalidad de vivencias que tenemos a lo largo de nuestra vida, que no son sino un vehículo para aprender.

Foto: Ashin Wirathu

Las relaciones son uno de los aspectos fundamentales en torno al cuales pivota esta idea, que considera a las personas que encontramos a nuestro paso un espejo de nosotros mismos y, por tanto, una profunda fuente de aprendizaje. Si bien se tiende a poner el foco en las relaciones de carácter romántico, estas interacciones se extienden, también, al ámbito de la amistad y de la familia.

¿Qué es una relación kármica?

Si bien no se puede elaborar un diagnóstico, dada la naturaleza espiritual de esta idea, este tipo de relaciones hacen relación al encuentro entre dos personas cuyas almas ya se conocieron en experiencias pasadas y que, unidas por un destino, vuelven interactuar movidas por una fuerza invisible cuyo único propósito es superar un obstáculo no trascendido en aras de un crecimiento espiritual.

Estos encuentros, lejos de ser aleatorios, atienden a una función muy concreta, que es limpiar nuestro karma para poder evolucionar. La unión de esas almas en este viaje terrenal, presentará una nueva oportunidad de aprendizaje, de sanación de heridas emocionales y de solución de conflictos no resueltos. Dejar pasar la oportunidad dará lugar a la repetición sucesiva de algunos patrones en sucesivas reencarnaciones.

Características

A menudo, este tipo de relaciones se gestan de una manera muy intensa, y los dos seres que se encuentran sienten, inmediatamente, una conexión fuerte y significativa. Pareciera que estaban destinados a encontrarse, y la relación se establece dentro de un marco de trascendencia y propósito. Esta intensidad puede llevarlos al éxtasis y a la angustia a partes iguales, pero responde, en última instancia, a la necesidad de reparar algo.

Foto: benalmadena-budismo-europeo-famosa-en-butan

De igual modo, son relaciones que presentan algún tipo de patrón que se repite, y que se manifiesta en esas personas con el fin de que pongan el foco en él. No es sino un recordatorio de que todavía hay una asignatura pendiente que deben abordar y que les está limitando. En ocasiones, estas relaciones pueden, simplemente, plantear un desafío. Pero siempre serán el catalizador para dejar atrás miedos e inseguridades y llegar a un lugar mejor.

A pesar de que la creencia sostiene que estas relaciones llegan a su fin cuando han cumplido su función, hay quienes defienden que pueden perdurar en el tiempo, transformándose en una relación más equilibrada y consciente, siempre dependiendo del nivel de evolución de los dos implicados.

Desde el budismo y el hinduismo nos llega un concepto cada vez más asimilado en nuestros días y que remite a la importancia de las vidas pasadas en nuestra propia vida. Esta creencia cristaliza en una visión de nuestra existencia en la que todo parece supeditado al crecimiento personal, resultando cada experiencia vivida en un aprendizaje para nuestra alma.

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