¿Por qué la gran mayoría de los retretes son de color blanco? Este es el motivo
La respuesta va más allá de la estética: desde razones de higiene y percepción de espacio, hasta la durabilidad de los materiales y las cerámicas usadas
La mayoría de los retretes, en casas particulares, oficinas y baños públicos, suelen ser de color blanco, un hecho que para muchos pasa desapercibido pero que tiene razones muy específicas. Aunque las opciones de colores llamativos como el verde aguacate y el rosa salmón marcaron tendencia en la década de los 70 en lugares como el Reino Unido, según explica un artículo reciente de IFL Science, la supremacía del blanco sigue siendo una norma en la actualidad.
Uno de los principales motivos detrás del color blanco de los retretes se centra en la higiene. Las manchas y la suciedad son más visibles en superficies blancas, lo que facilita la identificación y limpieza de estos elementos en comparación con otras tonalidades. Esta característica contribuye a mantener un entorno más limpio y saludable, algo crucial en un espacio como el baño.
El color blanco también influye en la percepción del espacio. Dado que los baños suelen ser de las habitaciones más pequeñas en una vivienda, los elementos blancos ayudan a reflejar la luz y crear una sensación de amplitud. Además, este color neutro permite una mayor versatilidad en la decoración y combina de forma armoniosa con otros elementos comunes, como las bañeras y los lavamanos.
La loza vitrificada ofrece una superficie brillante y no porosa, ideal para evitar la absorción de líquidos y facilitar la limpieza
Los retretes están hechos, en su mayoría, de materiales cerámicos como la porcelana y la loza vitrificada. Estos materiales se moldean y luego se hornean a altas temperaturas, lo que resulta en un acabado blanco característico. La loza vitrificada, que implica el recubrimiento de la porcelana con un esmalte de vidrio en polvo y un segundo horneado, ofrece una superficie brillante y no porosa, ideal para evitar la absorción de líquidos y facilitar la limpieza.
El uso de estos materiales es preferido no solo por su resistencia, sino porque evita la contaminación interna que podría presentarse en opciones plásticas, que a lo largo del tiempo tienden a retener desechos y perder su funcionalidad. Por eso, a pesar de los costes de producción, la cerámica sigue siendo la opción más segura y duradera para la fabricación de retretes.
Para aquellos que aún conservan baños de colores de épocas pasadas, hay una buena noticia: según The Guardian, estas tonalidades han comenzado a recobrar popularidad entre las generaciones más jóvenes, que buscan incorporar un toque retro y original a sus hogares. Sin importar el color, lo importante es que el retrete cumpla con los estándares de higiene y durabilidad que el espacio requiere.
La mayoría de los retretes, en casas particulares, oficinas y baños públicos, suelen ser de color blanco, un hecho que para muchos pasa desapercibido pero que tiene razones muy específicas. Aunque las opciones de colores llamativos como el verde aguacate y el rosa salmón marcaron tendencia en la década de los 70 en lugares como el Reino Unido, según explica un artículo reciente de IFL Science, la supremacía del blanco sigue siendo una norma en la actualidad.