Reserva un Airbnb y alucina con las normas tan estrafalarias que tiene que seguir

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Reservar un alojamiento en Airbnb suele ser una experiencia única que permite al huésped adentrarse en la vida local de cada destino de una manera más hogareña, en viviendas familiares que otras personas han puesto en alquiler para el disfrute de los viajeros. Sin embargo, en ocasiones, el listado de normas de algunos anfitriones puede llegar a sorprender a los inquilinos con exigencias inusuales.

Este ha sido el caso de la usuaria de X, (@afterglowflor), que alquiló un Airbnb junto con su familia, y recibió una lista de normas totalmente irreal. “No es chiste”, afirmó la viajera, que adjuntó una captura de pantalla de las normas que la dueña de la casa le ha enviado. La mayoría son prohibiciones extravagantes, mientras que otras ponen en duda de si realmente esa persona quiere que alguien viva en su casa.

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R. Badillo

Entre las normas que deben cumplir los huéspedes, se incluye la prohibición de que los niños utilicen crayolas o rotuladores para evitar daños en los muebles y en la casa. Además, se les pide que si los niños rompen algo, que lo repongan, la norma más sensata de la lista.

Un conjunto de reglas que causa confusión

A esta medida se suman otras restricciones inusuales como la prohibición de usar vasos de colores de plástico, cacerolas y tijeras, que de todas formas se encuentran en el ajuar de la casa. Además, en un intento por conservar los interruptores, se limita el uso de la luz a un máximo de 10 veces al día, una regla que ha sorprendido a los seguidores de la internauta, que no daban crédito a lo que leían.

Los inquilinos también notaron la contradicción de contar con una pala y una escoba, cuando únicamente se permite el uso de la escoba. Además de estas restricciones, el anfitrión ha especificado que no se deben introducir objetos de color violeta en la casa, argumentando motivos de feng shui.

La norma que colmó el vaso

Para empeorar más la situación, la internauta afirma que, cuando ya estaban en la vivienda, recibió otro mensaje de la anfitriona. En este mensaje, se les exigía que no cerrasen la puerta principal con pestillo, alegando que se bloqueaba la cerradura, pero un gesto que les permitía poder acceder desde fuera en cualquier momento.

Esta regla, sumada al conjunto de normas, ha dado lugar a una serie de comentarios en redes sociales, donde varios usuarios expresaron su incredulidad y compartieron sus propias experiencias en alojamientos de Airbnb con normas particulares. Desde prohibiciones de usar la ducha hasta normas sobre cómo cocinar, son restricciones que quitan las ganas de volver a alojarse en esa vivienda.