El truco de una médico residente para no desconcentrarte a la hora de estudiar: "El único que me ha funcionado"

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Salo Martínez, médico residente y creadora de contenido en redes sociales, ha compartido un método de estudio que ha captado la atención de estudiantes en busca de mejorar su concentración. Con un enfoque que mezcla humor y practicidad, Salo detalla una técnica que ella misma utilizó durante intensas sesiones de estudio y que promete mantener la mente enfocada en la tarea.

El truco consiste en algo tan simple como tomar una hoja de papel o un cuaderno y dividirla en tres secciones: en la parte superior, los “pensamientos”; en el centro, “cosas que hacer”; y en la parte inferior, “cosas del estudio”. La idea principal es anotar en cada espacio cualquier pensamiento que surja durante el tiempo de estudio. Según Martínez, “al tú apuntarlo, lo que le dices a la cabeza es, ya lo tengo escrito, no hace falta que me lo estés recordando todo el rato”.

Una herramienta para controlar la mente

La primera sección, dedicada a los pensamientos, es el espacio donde anotar preocupaciones recurrentes como el famoso “ay, no me da tiempo”. Martínez incluso comenta con ironía que añadía frases como “luego lo lloras” para liberar la mente y seguir centrada en el estudio. Este tipo de anotaciones permitían manejar la ansiedad sin perder el foco.

En el apartado de “cosas que hacer”, la médico residente apunta que era el lugar donde escribía recordatorios como “buscar tacones para la cena” o “escribir a esa persona por su cumpleaños”. La finalidad de esta lista era asegurarse de que esos pendientes no interrumpieran el momento de concentración, permitiendo retomarlos más tarde.

El control de las distracciones del estudio

La última sección, denominada “cosas del estudio”, se utilizaba para apuntar tareas académicas que podían desviar la atención, como organizar el temario o pedir exámenes pasados. “Sí, lo tengo que hacer, pero ahora mismo no”, afirma Martínez, subrayando la importancia de dejar esas actividades para un momento de descanso.

Este sencillo, pero efectivo método no solo ayuda a reducir la ansiedad, sino que también mejora la productividad. La clave, según Salo Martínez, está en poner los pensamientos en pausa para liberar espacio mental y permitir que la atención se concentre en lo más relevante.