Las grapadoras de oficina, tan comunes en el día a día laboral, tienen una función adicional que muchos desconocen y que resulta sorprendentemente útil. Además del grapado tradicional que fija documentos de forma permanente, la mayoría de las grapadoras permiten realizar otro ajuste con el que colocar las grapas de un modo diferente. Para ello, solo hace falta mover la placa metálica situada en la base.
Al mover la placa metálica de la grapadora, los extremos de la grapa se doblan hacia afuera en lugar de de hacia adentro, lo que permite retirar la grapa más fácilmente y sin necesidad de usar un quitagrapas. En el siguiente vídeo, que ha sido publicado por la cuenta de YouTube Student Money Saver (@StudentmoneysaverCoUk) puede apreciarse perfectamente cómo realizar este 'truco'.
Esta configuración temporal, documentada ya en 1941 por la revista Popular Mechanics, fue ideada para aquellos que necesitan una solución rápida para unir documentos de forma provisional. Esto resulta útil en situaciones en las que es probable que los documentos se reorganicen o se modifiquen. La idea es que, al no fijar los papeles de manera permanente, sea sencillo separarlos sin causar daños a las hojas.
Las ventajas del grapado temporal
A pesar de que esta opción ha estado presente durante décadas, sigue siendo desconocida para muchas personas, en parte debido a la reducción en el uso de papel tras la digitalización de muchos procesos. Sin embargo, en aquellas oficinas donde todavía se trabaja de manera constante con documentos físicos, esta característica aporta comodidad y eficiencia.
La función de grapado temporal se puede activar girando o deslizando la base de la grapadora. Una vez ajustada, el aparato dobla las puntas de la grapa hacia fuera, creando una fijación más flexible y de fácil retirada, pensada para casos en que se necesite mantener los documentos unidos solo por un breve periodo de tiempo.
Las grapadoras de oficina, tan comunes en el día a día laboral, tienen una función adicional que muchos desconocen y que resulta sorprendentemente útil. Además del grapado tradicional que fija documentos de forma permanente, la mayoría de las grapadoras permiten realizar otro ajuste con el que colocar las grapas de un modo diferente. Para ello, solo hace falta mover la placa metálica situada en la base.