"Lo más tocho": el impactante choque cultural que esta española ha vivido en Países Bajos respecto a su jornada laboral

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En un contexto global donde se busca cada vez más reducir las horas de trabajo, Países Bajos parece haber logrado la fórmula perfecta para mejorar la calidad de vida de sus trabajadores. De hecho, es una de las naciones con la jornada laboral más corta, con un promedio de 29,5 horas semanales. Este dato, proporcionado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha generado interés, ya que se traduce en menos de seis horas de trabajo diario, lo que permite a los empleados disfrutar de un equilibrio más saludable entre la vida personal y profesional.

Su modelo laboral, que siguen también otros países como Dinamarca y Noruega, contrasta con la realidad laboral de otras naciones europeas desarrolladas, entre ellas España, donde la jornada semanal es significativamente más extensa. Además, el teletrabajo ha ganado terreno en este país, brindando a los empleados la posibilidad de trabajar desde casa y evitando largos desplazamientos a las oficinas.

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Este entorno laboral flexible y favorable es un atractivo no solo para los neerlandeses, sino también para los expatriados que buscan nuevas oportunidades profesionales. Sin embargo, esto puede suponer un verdadero choque cultural para aquellos que deciden emigrar, como es el caso de los trabajadores españoles, acostumbrados a largas jornadas y cortos descansos. El contraste entre ambos modelos de trabajo se hace evidente, y muchos recién llegados se sorprenden por sus nuevas condiciones laborales.

Una española cuenta la ventaja de su jornada laboral

Es el caso de Nei, una joven española que decidió mudarse a Groningen, en el norte de los Países Bajos, y ha compartido su experiencia sobre el impacto que ha supuesto adaptarse a la jornada laboral en este país. A través de su cuenta de TikTok, donde relata su día a día, explicó el mayor choque cultural que ha vivido hasta ahora: “Estoy en mi hora del almuerzo, aquí, en mi trabajo en la tienda en Holanda y os voy a contar el shock cultural más tocho que me ha pasado”, cuenta la joven.

“Es el tiempo que tienes para descansar”, explica la española antes de relatar que en España trabajaba en un supermercado y que solo tenía media hora de descanso por cada ocho horas trabajadas. Sin embargo, en Países Bajos la situación es muy diferente: “Aquí, por seis horas trabajadas, tienes una hora de descanso y, por ocho, tienes hora y media”.

Este testimonio pone de manifiesto cómo un cambio de país puede implicar mucho más que adaptarse a nuevas culturas o lenguajes, puesto que también puede transformar por completo la manera en que se vive y se entiende el trabajo. Para muchos españoles como Nei, el hecho de pasar de jornadas extenuantes a un modelo más relajado en Países Bajos representa una experiencia que va más allá de lo laboral, al poder dar equilibrio entre la vida y el trabajo.