Las mejores vistas de Portugal están en este curioso rincón del norte de España: "Cuesta 3 euros"

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Las mejores vistas de Portugal pueden disfrutarse desde Galicia, concretamente en el monte Santa Tecla, ubicado en el municipio de A Guarda. Este lugar se destaca por ofrecer una impresionante panorámica de la desembocadura del río Miño y la costa gallega, siendo un punto de referencia para quienes buscan disfrutar tanto de la naturaleza como de la historia.

Lo que hace aún más interesante a Santa Tecla es su historia. En este monte se encontraba el mayor asentamiento celta del mundo, donde vivieron entre "3.000 y 5.000 personas", según se menciona Iñaki en un vídeo viral. Además de la belleza natural del entorno, la ubicación era estratégica para "controlar toda esta parte de la costa y la entrada del río Miño".

El acceso a la cima del monte puede hacerse de dos formas: a pie o en coche. Para los que optan por el coche, es importante saber que la entrada cuesta "3 euros por coche y 1,50 euros por cada persona". A lo largo del recorrido, además de las impresionantes vistas, se pueden encontrar otros puntos de interés histórico y turístico que enriquecen la visita.

Un destino que ofrece más que vistas

En la parte superior del monte hay un aparcamiento con servicios orientados a los turistas, como tiendas de recuerdos. Sin embargo, el gran atractivo sigue siendo el horizonte. En días despejados, se pueden contemplar espectaculares vistas tanto de España como de Portugal. Tal y como se recomienda en el vídeo: "Intenta ir un día despejado" para disfrutar al máximo de esta experiencia.

El monte Santa Tecla no solo destaca por su valor histórico, sino también por la capacidad de sorprender a cada visitante con su belleza y su importancia cultural. Sin duda, este rincón de Galicia se ha convertido en un destino popular entre quienes desean explorar los tesoros que se encuentran en la frontera entre España y Portugal.

Un sitio de referencia en la frontera

El monte Santa Tecla no es solo un lugar para disfrutar de la naturaleza; también es un sitio clave para comprender la historia de los celtas y su relación con esta zona. Las ruinas del asentamiento, que aún se conservan, son un recordatorio del pasado y convierten a este monte en un lugar único, tanto para los amantes de la arqueología como para quienes simplemente buscan disfrutar de unas vistas incomparables.