El sencillo truco de la tiza para deshacerte de las manchas de grasa

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Las manchas de grasa en la ropa son, sin duda, uno de los problemas más frecuentes en el día a día. Ya sea durante una comida en casa o fuera, es habitual que terminemos con alguna prenda afectada por este tipo de suciedad. Afortunadamente, existe un truco sencillo y eficaz para eliminar estas manchas: el uso de tiza. Un recurso que, aunque sorprendente, resulta ser muy efectivo.

El uso de tiza para eliminar manchas de grasa se basa en su capacidad de absorción. La tiza está compuesta por carbonato de calcio, un material que, al aplicarse sobre la mancha, ayuda a absorber el aceite que se adhiere a las fibras de la tela. Este truco es especialmente útil cuando no tienes productos quitamanchas a mano.

Cómo quitar las manchas con tiza

Para utilizarla correctamente, basta con aplicar una capa generosa de tiza sobre la mancha y dejarla reposar durante al menos 30 minutos. En algunos casos, puede ser necesario dejar la prenda con tiza durante toda la noche para un mejor resultado.

El primer paso es asegurarte de que la prenda esté seca. Debes aplicar la tiza blanca directamente sobre la mancha de grasa, cubriéndola completamente. Es fundamental dejar que la tiza actúe al menos media hora para que pueda absorber bien el aceite. Si la mancha persiste, puedes dejarla actuar durante más tiempo, incluso toda la noche si es necesario.

Si tras el primer lavado la mancha no ha desaparecido del todo, no te preocupes. Una opción es repetir el proceso y, para mejorar aún más los resultados, puedes añadir bicarbonato de sodio. Este compuesto tiene propiedades absorbentes que, junto a la tiza, pueden eliminar manchas más rebeldes.

Errores que debes evitar

Además de aplicar la tiza, un aspecto importante a tener en cuenta es evitar algunos errores comunes que podrían empeorar la situación. El primero y más común es intentar limpiar la mancha con agua inmediatamente después de que se produzca. Esto, lejos de solucionar el problema, puede hacer que la grasa se extienda y sea más difícil de eliminar. Lo recomendable es aplicar primero la tiza en seco y no mojar la prenda.

Otro error frecuente es frotar la mancha con fuerza. Este gesto puede dañar las fibras del tejido y, en lugar de eliminar la mancha, provocar que esta se incruste aún más. En su lugar, es mejor presionar suavemente con un paño o papel absorbente antes de aplicar la tiza.

También es fundamental tener paciencia. Las manchas de grasa, sobre todo las más persistentes, no desaparecen de inmediato. La tiza necesita tiempo para actuar, por lo que es recomendable dejarla reposar durante varias horas antes de lavar la prenda con normalidad. Si la mancha persiste después del primer lavado, se puede repetir el proceso o incluso combinarlo con bicarbonato de sodio para potenciar el efecto. Este último también es conocido por sus propiedades absorbentes y puede ser un aliado perfecto para tratar las manchas más difíciles.