Los hábitos que incluyes en tu dieta y que están afectando directamente a tu vida sexual
Somos lo que comemos, también en lo que atañe al sexo. Un grupo de expertos señala las causas de muchos problemas sexuales que tienen que ver con la nutrición
La dieta tiene un impacto mucho más profundo en la vida sexual de lo que se suele imaginar. Aunque factores como el estrés, la falta de ejercicio y ciertos medicamentos pueden influir negativamente, lo que comemos a diario juega un rol clave en nuestra salud sexual, afectando niveles de energía, circulación sanguínea y la producción hormonal.
El doctor Jamin Brahmbhatt, urólogo del Orlando Health, destaca en un artículo de Men's Health que "un corazón sano es sinónimo de una vida sexual sana". Esto significa que los mismos hábitos que afectan el rendimiento físico, como una dieta rica en grasas no saludables y azúcares añadidos, también pueden afectar el rendimiento sexual. La disfunción eréctil, por ejemplo, puede ser consecuencia de la reducción del flujo sanguíneo debido a arterias obstruidas, situación común en personas con una alimentación poco saludable.
Además, el aumento de peso suele estar asociado con la disminución de los niveles de testosterona, hormona esencial para el deseo sexual. Aunque no todos los hombres con sobrepeso tienen este problema, "los hombres con obesidad tienen mayor riesgo de tener niveles bajos de testosterona", según Brahmbhatt. Para contrarrestar este efecto, recomienda una dieta rica en alimentos integrales y la práctica de ejercicio físico, ya que ambas medidas contribuyen a aumentar naturalmente los niveles de testosterona.
"El alcohol es un depresor del sistema nervioso central y puede alterar el flujo sanguíneo en el pene"
Por otro lado, la ingesta de cafeína también puede influir en el desempeño sexual. Un estudio publicado en el Journal of Pharmacological Sciences reveló que una taza de café con cafeína incrementa el flujo sanguíneo en un 30% durante los 75 minutos siguientes a su consumo. Según el doctor Joshua González, urólogo especializado en medicina sexual en Los Ángeles, "gran parte de la salud sexual está relacionada con el aumento del flujo sanguíneo", lo que indica que el consumo moderado de café puede ser beneficioso para mejorar la circulación y, por ende, la función eréctil.
Sin embargo, el exceso de alcohol puede tener el efecto opuesto. "El alcohol es un depresor del sistema nervioso central y puede alterar el flujo sanguíneo en el pene", explica Brahmbhatt, lo que puede llevar a dificultades en la erección. Además, el consumo crónico de alcohol puede reducir los niveles de testosterona y aumentar los de estrógenos, afectando negativamente el deseo sexual y la capacidad de alcanzar el orgasmo. Los alimentos con alto contenido de azúcar también pueden ser perjudiciales. El consumo elevado de azúcares refinados no solo deteriora la salud cardiovascular, sino que también reduce los niveles de testosterona. Un estudio de 2019, publicado en la revista Endocrine, demostró que la ingesta de 75 gramos de azúcar redujo los niveles de esta hormona en un 18%, un efecto que se mantuvo por hasta dos horas.
El tamaño de las porciones también juega un papel importante. Comer en exceso, especialmente carbohidratos y azúcares, puede provocar una caída en los niveles de energía, lo que podría hacer que la actividad sexual sea menos atractiva. Según Brahmbhatt, los carbohidratos refinados provocan picos rápidos de glucosa en la sangre, seguidos de una sensación de fatiga, lo que afecta el rendimiento físico y sexual. Finalmente, la deficiencia de vitamina D también puede contribuir a la disfunción eréctil. Según González, esta vitamina es fundamental para la producción de óxido nítrico, compuesto necesario para el correcto funcionamiento de los vasos sanguíneos. La falta de vitamina D, que es común en personas que no se exponen al sol con frecuencia, puede elevar el riesgo de sufrir problemas de erección.
La dieta tiene un impacto mucho más profundo en la vida sexual de lo que se suele imaginar. Aunque factores como el estrés, la falta de ejercicio y ciertos medicamentos pueden influir negativamente, lo que comemos a diario juega un rol clave en nuestra salud sexual, afectando niveles de energía, circulación sanguínea y la producción hormonal.