El hábito que debes incluir a tu rutina diaria si quieres adelgazar a partir de los 50 años, según Harvard
Además de la alimentación y la costumbre de mantener una vida saludable, existe un hábito que ayuda a adelgazar a partir de los 50 años de edad, tal y como ha revelado la Universidad de Harvard por medio de un estudio
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Normalmente, cuando una persona cumple 50 años, comienza a experimentar una serie de cambios físicos y emocionales que afectan no solo el cuerpo, sino también la mente. En este momento de la vida, son muchas las personas que tienen un objetivo claro: perder peso. Sin embargo, con el paso de los años, esto puede ser cada vez más complicado. Y es que el metabolismo tiende a ralentizarse y los hábitos sedentarios comienzan a cobrar más protagonismo.
A pesar de ello, según un reciente estudio de la Universidad de Harvard titulado Lose Weight and Keep it Off, hay un hábito clave que podría ayudar a mantener un peso saludable y, además, mejorar el bienestar general tras haber cumplido esta edad.
El estudio de Harvard hace hincapié en la importancia de incorporar una actividad tan simple como caminar diariamente. No se trata de recorrer grandes distancias ni de un ritmo que te deje sin aliento, sino de hacerlo de manera constante y moderada. Caminar entre 30 y 60 minutos al día, a un paso ligero, puede hacer una gran diferencia en la pérdida y el mantenimiento del peso a partir de los 50 años.
Y es que, según los investigadores, esta sencilla práctica activa el metabolismo, mejora la salud cardiovascular y ayuda a quemar calorías sin someter al cuerpo a un esfuerzo físico excesivo.
Sin embargo, los beneficios de caminar van más allá de la báscula. Además de ayudarte a quemar calorías, esta actividad mejora el estado de ánimo, refuerza la salud mental y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión o problemas cardiovasculares. Tal como señala el estudio, mantenerse activo a través de caminatas regulares ayuda a contrarrestar la pérdida de masa muscular y ósea que comienza a acentuarse con la edad, especialmente en mujeres postmenopáusicas.
Aunque caminar es un hábito fundamental para adelgazar y mantenerse en forma a partir de los 50, no es el único factor que hay que tener en cuenta. El estudio de Harvard también subraya la importancia de llevar un estilo de vida equilibrado que incluya una buena alimentación, descanso adecuado y, muy importante, estabilidad emocional.
En lo que respecta a la alimentación, se recomienda priorizar una dieta rica en verduras, frutas, proteínas magras, semillas y frutos secos. Estos alimentos no solo aportan los nutrientes esenciales que el cuerpo necesita, sino que también ayudan a mantener la saciedad y a evitar los temidos atracones. Por otro lado, la hidratación juega un papel crucial en este equilibrio. Beber suficiente agua a lo largo del día mejora la digestión, la función cerebral y, por supuesto, ayuda en el proceso de pérdida de peso.
Otro punto clave que destaca Harvard en su estudio es la relación entre el sueño y la pérdida de peso. A menudo se pasa por alto la importancia de dormir bien, pero un descanso adecuado, de entre siete y nueve horas diarias, es crucial para mantener un metabolismo activo. La falta de sueño, por el contrario, puede generar un aumento de los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que está directamente vinculada a la acumulación de grasa abdominal.
Además, un sueño reparador contribuye a regular el apetito. La privación del sueño está asociada a un incremento en la producción de grelina, la hormona que estimula el hambre, y a una reducción en la leptina, la hormona que genera sensación de saciedad. Por lo tanto, descansar lo suficiente puede ayudar a controlar mejor el apetito y evitar los impulsos de comer en exceso.
La importancia de la estabilidad emocional
Harvard también introduce un aspecto innovador en su análisis: la importancia de la estabilidad emocional para lograr un peso saludable. El estudio concluye que el bienestar mental y emocional es tan importante como la actividad física y la nutrición. Estrés, ansiedad o tristeza crónica pueden sabotear cualquier intento de perder peso, ya que suelen llevar a hábitos alimenticios poco saludables o a la falta de motivación para mantenerse activo.
Mantener la mente relajada, practicar técnicas de meditación o mindfulness, y establecer conexiones sociales de calidad son algunos de los aspectos recomendados para lograr ese equilibrio emocional. Según los expertos, la estabilidad emocional no solo mejora la relación con la comida, sino que también promueve hábitos saludables y contribuye a una vida más longeva y satisfactoria.
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Normalmente, cuando una persona cumple 50 años, comienza a experimentar una serie de cambios físicos y emocionales que afectan no solo el cuerpo, sino también la mente. En este momento de la vida, son muchas las personas que tienen un objetivo claro: perder peso. Sin embargo, con el paso de los años, esto puede ser cada vez más complicado. Y es que el metabolismo tiende a ralentizarse y los hábitos sedentarios comienzan a cobrar más protagonismo.