Esta es la primera persona que murió a manos de un robot (y ocurrió hace 45 años)

Robert Williams fue la primera persona registrada en fallecer a manos de un robot, un hecho que tuvo lugar en 1979 en la planta de Ford en Flat Rock, Michigan. Este suceso, ocurrido hace más de 45 años, inauguró un capítulo trágico en la relación entre humanos y máquinas en entornos industriales, en un momento donde la automatización comenzaba a implantarse en las fábricas de manera masiva.

Williams, un trabajador de 25 años, estaba utilizando un sistema automatizado diseñado para mover materiales dentro de la fábrica. Ante lo que parecía un mal funcionamiento, decidió intervenir para solucionar el problema manualmente. Fue entonces cuando un brazo mecánico lo golpeó y aplastó fatalmente, como relata un reciente artículo de IFL Science. Mientras el sistema continuaba funcionando, su cuerpo permaneció sin ser descubierto durante aproximadamente 30 minutos hasta que sus compañeros se percataron de la tragedia.

La investigación del caso concluyó que el sistema robótico había identificado erróneamente al trabajador como un objeto que debía ser movido. Este error en la identificación puso de relieve las carencias en los mecanismos de seguridad de la planta. Tras el accidente, la familia de Williams presentó una demanda contra Litton Industries, la empresa responsable de la fabricación del robot, alegando que no se habían instalado suficientes medidas de seguridad. El tribunal falló a favor de la familia en 1983, otorgándoles una compensación histórica de 10 millones de dólares, cifra que fue incrementada a 15 millones en 1984.

Este no fue un caso aislado. En 1981, otro trabajador, Kenji Urada, murió en Japón en circunstancias muy parecidas

Paul Rosen, abogado de la familia, advirtió en el periódico New York Times sobre los riesgos de volver a una mentalidad de la Revolución Industrial en la que se consideraba a los trabajadores como "prescindibles". Este accidente puso en evidencia la necesidad de reforzar los protocolos de seguridad en las fábricas, especialmente ante el creciente uso de robots en el ámbito industrial.

Este no fue un caso aislado. En 1981, otro trabajador, Kenji Urada, murió en Japón en circunstancias muy parecidas. Urada, de 37 años, se encontraba reparando un robot en una planta de Kawasaki Heavy Industries cuando un brazo mecánico lo aplastó accidentalmente. Ambos incidentes subrayaron los peligros asociados a la interacción humana con sistemas automatizados y la necesidad de mejoras en la seguridad.

Seguridad en el trabajo frente a los robots

Con el paso de los años, las muertes relacionadas con robots han seguido ocurriendo. Un estudio realizado en 2023 documentó al menos 41 muertes de este tipo en Estados Unidos entre 1992 y 2017, la mayoría en zonas con una fuerte tradición de industrias pesadas. Estos incidentes subrayan la importancia de seguir avanzando en la seguridad en el lugar de trabajo a medida que la automatización y la inteligencia artificial continúan expandiéndose.