Todo sobre la hibristofilia: la forma de relacionarse presente en España que preocupa a los solteros

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El amor a veces se desata en los lugares más insospechados y, en algunos casos, en los menos recomendables. La hibristofilia, una inclinación que genera atracción romántica o sexual hacia personas que han cometido delitos, ya está presente en nuestro país. Aunque suena a algo sacado de una película, esta tendencia es real y ha sido objeto de estudio por psicólogos, quienes alertan sobre los riesgos que conlleva.

Conocida popularmente como el "síndrome de Bonnie y Clyde" en alusión a la célebre pareja de forajidos que conquistó Hollywood y murió a balazos tras una vida de crímenes, la hibristofilia se refiere a esa atracción por lo prohibido, lo peligroso y lo violento.

Lo más inquietante de la hibristofilia es que, aunque pueda parecer un interés peculiar o pasajero, es más común de lo que muchos podrían pensar, especialmente entre mujeres. De hecho, algunas personas que la experimentan afirman sentir que pueden "salvar" o "cambiar" a estos individuos, imaginando una historia de redención que las une emocionalmente a alguien que representa todo lo que la sociedad condena.

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De dónde viene la hibristofilia

Pero, ¿por qué sucede esto? Los especialistas apuntan a varias causas. En algunos casos, las personas que desarrollan hibristofilia podrían haber sufrido traumas o carencias afectivas en su infancia, lo que las lleva a vincularse con individuos que encarnan el peligro. Para algunas, la relación con un delincuente podría satisfacer una búsqueda de emociones fuertes, un deseo de romper las normas o incluso una identificación con la rebeldía que ven en el otro.

Lo alarmante es que, aunque esta parafilia no está clasificada como un trastorno en los manuales de psicopatología, puede llevar a relaciones tóxicas y peligrosas. Las personas con hibristofilia pueden tener dificultades para establecer límites saludables, justificar comportamientos dañinos o verse atrapadas en dinámicas de poder y sumisión que comprometen su bienestar físico y emocional.

En definitiva, la hibristofilia plantea preguntas difíciles sobre los límites del amor y la atracción. Aunque no todas las relaciones con personas con un pasado criminal son disfuncionales, la idealización del delincuente o persona tóxica puede convertirse en un terreno peligroso.