No se ha escapado: el lugar donde muchos gatos se esconden durante horas que puede asustar a los dueños

• Soy veterinario y estos son los 5 animales que jamás metería en mi casa
• Las razas de perro que menos gustan en España: tienen más problemas para ser adoptadas

En las últimas horas, un tuit ha crecido en interacciones en Twitter (antes X). En él, la protagonista relata cómo, tras pensar que su gata había escapado de casa, pasó horas buscándola con desesperación, solo para encontrarla perfectamente camuflada en un rincón del rellano de las escaleras del edificio. “Se camufla”, decía la dueña, quien probablemente se quedó con el corazón en un puño hasta que encontró a su felina.

Este episodio ha abierto el debate sobre un lugar en el que muchos gatos eligen esconderse: las escaleras de los edificios. Estos rincones ofrecen un camuflaje fácil y una superficie fría ideal para descansar, sobre todo en los meses de verano. Para los gatos, que a veces buscan lugares apartados donde no ser molestados, los rellanos de escaleras se convierten en un escondite perfecto, donde pueden pasar desapercibidos.

¿Por qué se esconden ahí los gatos?

Este comportamiento no es algo inusual. Los gatos son animales independientes que disfrutan de momentos de paz y tranquilidad, y en su búsqueda de un refugio pueden elegir lugares inesperados. Las escaleras, con sus recovecos poco transitados y frescura natural, pueden llegar a ser un auténtico oasis para los felinos. Si a esto le sumamos la habilidad de los gatos para camuflarse y pasar desapercibidos, no es raro que los dueños se lleven más de un susto.

El comportamiento de esconderse responde a varias razones: desde el simple deseo de estar a solas, hasta el estrés causado por un cambio en su entorno o la necesidad de encontrar un lugar más fresco durante las altas temperaturas. Los felinos, curiosos por naturaleza, no solo quieren explorar su casa, sino también las zonas comunes de los edificios.

Así que, si alguna vez crees que tu gato ha desaparecido, antes de entrar en pánico y recorrer el barrio, revisa las escaleras del edificio. Es posible que esté disfrutando de una tranquila siesta en uno de esos rincones frescos y solitarios que tanto les gustan. ¡Y quién sabe! Quizá te esté observando con esos ojos de “mejor déjame aquí un rato más”.