Por qué los islandeses tienen la costumbre de arrojar crías de pájaros por los acantilados
Esta tradición se ha convertido en una celebración comunitaria que refleja el compromiso de la población
Los habitantes de las Islas Vestman en Islandia, mantienen una tradición que puede parecer extraña: arrojar crías de frailecillos desde los acantilados. Aunque este acto podría interpretarse como cruel, se trata de una práctica clave para asegurar la supervivencia de estas aves. Los jóvenes frailecillos, llamados pufflings, necesitan ayuda para orientarse y llegar al mar, donde pasarán sus primeros años de vida, como informan desde IFL Science.
La confusión de los pufflings proviene del creciente uso de luces artificiales en las ciudades, que interfieren con su capacidad de seguir la luz de la Luna hacia el océano. Las luces de la ciudad les desorientan, haciendo que se estrellen en calles y puertos, agotados y en peligro. Ante este problema, los habitantes de Vestmannaeyjar han formado equipos de rescate, dedicados a recoger hasta 10 pufflings cada noche durante la temporada alta de migración.
Una vez rescatadas, las crías se guardan en cajas hasta el día siguiente, cuando se les lleva a los acantilados para ser liberadas. Desde allí, los isleños arrojan a las aves al vacío, ayudándolas a iniciar su vuelo hacia el mar. Según los expertos, este impulso inicial es fundamental, ya que muchas crías están demasiado cansadas para volar por sí mismas.
El proceso de lanzamiento desde los acantilados, aunque parece dramático, es la mejor manera de que las crías retomen su viaje hacia el mar
Durante la temporada de migración, la comunidad local de Vestmannaeyjar se une para buscar y rescatar a los pufflings que han caído en zonas urbanas. Familias enteras recorren las calles, recolectando a las crías extraviadas y llevándolas a un lugar seguro. Esta tradición, más allá de ser un acto de conservación, se ha convertido en una celebración comunitaria que refleja el compromiso de la población con el bienestar de los frailecillos.
El proceso de lanzamiento desde los acantilados, aunque parece dramático, es la mejor manera de que las crías retomen su viaje hacia el mar. En algunos casos, si los pufflings no comienzan a volar inmediatamente, logran hacerlo mientras caen por los acantilados. Este gesto de la comunidad asegura que las aves puedan completar su ciclo de vida natural.
Los habitantes de las Islas Vestman en Islandia, mantienen una tradición que puede parecer extraña: arrojar crías de frailecillos desde los acantilados. Aunque este acto podría interpretarse como cruel, se trata de una práctica clave para asegurar la supervivencia de estas aves. Los jóvenes frailecillos, llamados pufflings, necesitan ayuda para orientarse y llegar al mar, donde pasarán sus primeros años de vida, como informan desde IFL Science.
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