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Un joven en silla de ruedas explica las cosas que más echa de menos: "Era como gloria bendita"
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Un joven en silla de ruedas explica las cosas que más echa de menos: "Era como gloria bendita"

Alan tiene un millón de seguidores en su perfil de TikTok y desde esta red social comparte muchas curiosidades de su día a día siendo el "CEO en ir silla de ruedas"

Foto: Alan en su vídeo de TikTok (@alanelruedas)
Alan en su vídeo de TikTok (@alanelruedas)

Alan, un joven que ha tenido que ajustarse a la vida utilizando una silla de ruedas, ha compartido con su audiencia las cosas que más echa de menos desde que perdió la capacidad de moverse con sus piernas. Aunque muchos podrían suponer que caminar sería lo más anhelado, la realidad resulta ser mucho más inesperada y, al mismo tiempo, más humana, reflejando aspectos cotidianos que normalmente damos por sentados.

En un vídeo que rápidamente ha alcanzado la viralidad en su perfil de TikTok, Alan revela que lo que más añora es algo que pocos hubieran imaginado: la experiencia de “tirarse un pedo”. “Os lo juro, echo de menos sentir cómo sale el pedo de dentro, esa liberación, esa sanación”, afirma con un tono que combina humor y melancolía. Aunque todavía puede expulsar gases, la falta de sensibilidad le ha quitado esa satisfacción particular que muchos damos por garantizada en nuestra rutina diaria.

Sin embargo, no es la única cosa que extraña. Alan también menciona la ausencia de “la magia” al realizar una actividad tan cotidiana como ir al baño. “Ahora simplemente me siento, lo escucho que cae y ya acabo”, explica, señalando que ya no experimenta esa conocida sensación de alivio que solía acompañar este acto tan común.

Rutinas que se han perdido

Otro de los pequeños placeres que han desaparecido de su vida es la satisfacción de quitarse los zapatos tras un día agotador. Para Alan, este era un sencillo ritual, especialmente después de jugar al fútbol con sus amigos. “Era como gloria bendita”, rememora con afecto, lamentando ya no poder usar sus pies ni disfrutar de un buen partido deportivo, un pasatiempo que solía brindarle mucha alegría.

Finalmente, Alan alude a algo tan simple como dar una patada a una lata en la calle. “Ya no puedo, chicos, ahora solamente lo atropello y lo aplasto”, comenta con una mezcla de resignación y buen humor, destacando que hasta los gestos más simples pueden convertirse en recuerdos valiosos cuando la vida da un giro tan radical como el suyo.

Impacto y conexión

Este joven, con su estilo desenfadado y honesto, ha logrado conectar con miles de personas a través de sus redes sociales, recordándonos la importancia de esos pequeños momentos que muchas veces pasan desapercibidos, pero que, en realidad, constituyen la esencia de nuestra vida cotidiana.

Alan, un joven que ha tenido que ajustarse a la vida utilizando una silla de ruedas, ha compartido con su audiencia las cosas que más echa de menos desde que perdió la capacidad de moverse con sus piernas. Aunque muchos podrían suponer que caminar sería lo más anhelado, la realidad resulta ser mucho más inesperada y, al mismo tiempo, más humana, reflejando aspectos cotidianos que normalmente damos por sentados.

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